ARREÓN DE LÍDER
→ El Barça toma el mando en solitario de su grupo de Champions gracias a un último cuarto de hora loco → Un parcial de 12-3, liderado por Mem, dio el tercer triunfo al equipo azulgrana ante un Celje eléctrico
→ El Barça ya lidera el Grupo B de la Champions League. El campeón de las dos últimas ediciones es el único que cuenta las tres jornadas por victorias, como sucede en el Grupo A con el Veszprem húngaro. Los únicos invictos de una competición que presumía la igualdad que se está dando en los partidos.
También la hubo en el duelo entre el Barça y el Celje Pivovarna Lasko esloveno. El marcador, 3830, no refleja las dificultades que hubo de superar el conjunto de Antonio Ortega, sí su arreón en el último cuarto de hora, con un pacial de 12-3 desde el dominio por 2627 del rival.
El técnico serbio del Celje Alem Toskic se arrepentirá de haber pedido un tiempo muerto con 27-27 en el tanteador, en el momento más dulce de sus jóvenes y talentosos jugadores, que conforman una plantilla con una media de 23 años de edad. Ya había agotado uno previamente Carlos Ortega intentado frenar un mal inicio de segunda parte del Barça, que había deslucido el trabajo de la primera (19-15 al descanso).
La pausa a destiempo provocada por el Celje ayudó a reordenar las ideas a un desorientado Barça. Conocía el peligro esloveno porque había dado guerra en Aalborg y había tumbado al Kiel, pero se había encantado un tanto en la reanudación. Y los nervios afloraron. Ese tiempo muerto los reconvirtió en rabia, bien dosificada por el líder natural, Dika Mem, que anotó 10 goles, pero sobre todo los importantes, bajo máxima presión y necesidad. La defensa, con Thiagus Petrus y Jonathan Carlsbogard en el centro, se intensificó, poniendo la guinda Emil Nielsen, que tomó el relevo de Gonzalo Pérez de Vargas como revulsivo en plena crisis.
El Barça subió mucho el nivel, demasiado ya para un Celje agotado. No hubo piedad, los blaugrana no pararon hasta dejar KO a un enemigo que había presentado muchas complicaciones, que se había mostrado tenaz hasta que vio imposible provocar la gran sorpresa en el Palau Blaugrana.
Partido de mucha velocidad, con dos equipos que van con la sexta marcha puesta como señal de identidad. El Barça dominó de 5 (9-4 y 19-14) dos veces en el primer tiempo. También lo hizo con 21-16 abierto el segundo, antes de caer en una traicionera comodidad de la que salió a tiempo. Con Melvyn Richardson en el puesto de central, quedando en el banquillo Luka Cindric y Domen Makuc, que ya previamente habían cedido minutos a Blaz Janc, de nuevo dejando el exterior para dirigir unos instantes en el choque contra sus compatriotas, su hermano pequeño Mitja, que sí es un central natural y no un extremo reconvertido en figura más polivalente que nunca por un Ortega que no vio bien a Cindric y no acaba de sentirse cómodo con Makuc. Y recursos tiene ●