El nuevo Camp Nou

Todos los culés estamos muy ilusionados con el proyecto del nuevo Camp Nou. El FC Barcelona merece que su campo está a la altura de los grandes y hoy no lo está. Pasados dirigentes no acertaron a remodelar la edificación cuando tocaba, y lo único bueno fue preservar la ubicación. Ahora, se disparan algunas alarmas. Como es sabido, la licitación de las obras ha sido otorgada a la desconocida empresa Torrella Ingeniería para su ejecución. Después de esto, los nipones Nikken Sekkei podrían declinar el control de obra, por lo que el futuro del Camp Nou parece entrar en la dimensión desconocida.

La cuestión es no hipotecar aún más el patrimonio del club que todavía es de los socios.

Curiosamente, durante estos días estamos recibiendo comunicaciones de la entidad blaugrana que amenazan con la pérdida de la localidad si un socio no va en toda la temporada o inconvenientes varios en función de los partidos a los que uno acuda. Hasta el momento, el socio era libre de decidir cuando iba o no al campo.

Se entiende que exista el Seient Lliure, permitiendo que otros hagan uso de las localidades, pero valdría la pena validar a quién se venden las entradas para evitar bochornos como el de la visita del Eintracht de Frankfurt en los cuartos de final de la pasada Europa League.

El Camp Nou es un templo sagrado para el culé que merece ser tratado con máxima transparencia y calidad, para volver a erigirse en una de las grandes catedrales del fútbol. Esperemos que los responsables de tan noble empresa estén a la altura ●