El Sevilla se hunde aún más con Sampaoli
→ El Rayo, con un gol de Álvaro García, se lleva tres puntos de un Pizjuán que volvió a pedir el cese de José Castro
→ El Sevilla de Sampaoli sigue metiéndose en problemas en una situación en la que el entrenador argentino, en quien Monchi y Castro confiaron tras la destitución de Lopetegui, no encuentra la solución y no sólo eso, sino que mete al equipo más abajo aún en la tabla, rozando de nuevo el descenso con dos derrotas y un solo empate en las tres últimas jornadas. Esta vez fue el Rayo Vallecano el que se llevó los tres puntos de un Sánchez Pizjuán en el que los andaluces aún no han ganado en la Liga.
Tras hacerlo por primera vez el pasado martes en Champions ante el Copenhague, un triunfo que no sirvió para pasar a octavos pero sí para jugar la Europa League, el equipo de Sampaoli se mostró impotente ante un rival con las ideas muy claras que sumó el segundo triunfo de su historia en Primera como visitante ante el Sevilla y el primero en Nervión, ya que el anterior fue en el Francisco de la Hera de Almendralejo por clausura del Sánchez Pizjuán en la Liga 1999-00. El Sevilla, otra vez sin delantero puro en el once y con Isco como hombre más adelantado, demostró seguir sin ideas.
A los 6 minutos ya se había plantado solo Camello ante Dmitrovic, aunque el meta serbio salvó los muebles. Volvería a hacerlo algo más tarde con el mismo protagonista enfrente en una pérdida de Rakitic, mientras el primer tiempo se pasaba entero sin que los locales ensayaran un solo tiro.
Tras el descanso, en el que Sampaoli buscó más profundidad con Rafa Mir y el Papu Gómez, el Rayo dio otro susto en un disparo de Unai López, justo antes de que Rafa Mir tuviera la mejor ocasión de los nervionenses, un doble remate tras un gran pase de Isco que abortó Dimtrievski el primero y el segundo lo tiró fuera con la puerta vacía. Fue entonces, en otra contra, cuando dio el golpe del equipo de Andoni Iraola, con la firma de Álvaro García. El Sánchez Pizjuán ya estallaba contra su equipo cuando el Rayo pudo hacer el 0-2, tanto en una acción del propio Álvaro como en otra de Salvi. El Sevilla, un mar de nervios, lo intentó hasta el final, pero sin ideas ni argumentos. Y lo más preocupante, sigue dando pasos atrás y enfada a su afición, que espera con temor el derbi y que volvió a despedirlo con gritos de “Castro dimisión” ●