Deconstruyendo a Joseph Blatter

Esta noche, ‘Blatter, el presidente’ retrata al que fue presidente de la FIFA

Esta noche Movistar+ estrena un Informe+ que pone la lupa en la gestión de la FIFA que hizo Joseph Blatter a lo largo de 34 años, primero como secretario general y después como presidente. Diecisiete años en cada cargo que transformaron el fútbol, pero también lo llenaron de sombras y corrupción. Cuando empiecen a ver ‘Blatter, el presidente’ no se sorprendan si el reportaje arranca hablando de baloncesto. No se han equivocado ni de cadena ni de emisión. Están en el lugar correcto.

Solo están descubriendo un inicio inaudito que permitirá que el Informe cierre de manera circular y a la perfección.

La historia empezará con la final olímpica de baloncesto entre Rusia y EEUU en los Juegos de Múnich de 1972. Un altercado e injusticia final provocado por el cronómetro del partido servirá de semilla para explicar los orígenes de Blatter. El responsable de aquel cronómetro y representante de la marca Longines era un joven Blatter. A partir de aquí, el relato se convertirá en una especie de cuenta atrás. Los engranajes del mecanismo de un reloj suizo se irán alternando con la trayectoria sombría del protagonista. “Tenemos una cita con Joseph Blatter. Un día antes de la entrevista nos informan que por problemas médicos no nos va a poder atender. Aun así, decidimos quedarnos. Allí en el pueblo todos le conocen” dice la locución. El reportaje se queda sin protagonista y construyen su figura por piezas. Hablan del protagonista ausente el entorno y los expertos con una franqueza encomiable. Las imágenes de archivo perfilan y perfeccionan el retrato. Los planos del mecanismo del reloj devienen simbólicos y son casi premonitorios. La historia se convierte en una hoguera de las vanidades, con traiciones y sin moral.

A las puertas de la Copa del Mundo en Qatar, un evento que representa un elemento crucial en el final de Blatter, Informe+ sirve para reflexionar sobre la falta de valores y transparencia del negocio futbolístico. No se lo pierdan. Porque contemplar los entresijos de la gestión de Blatter es entender de qué espectáculo estamos participando cuando seguimos un Mundial ●