¿Y si Ansu es el Villa de 2010?
Luis Enrique, seleccionador español y ‘streamer’ de moda, hizo ayer una petición a los medios refiriéndose a Ansu Fati. “Os agradecería, y es una petición que os hago aunque no me vais a hacer caso: dejad de referiros a Ansu como un jugador que ha sufrido lesiones. Le he visto mejor que en junio, cuando no pudo jugar. Contra Jordania será titular y espero que juegue los 90 minutos. Y ya está, es un jugador como todos los demás, volverá a pasar por lesiones como todos”. Lucho quiso empezar a normalizar la situación de Ansu, quitarle la etiqueta de crack con plomo en las alas, de futbolista lesionado que no ha acabado de recuperarse. El seleccionador le echó una mano al delantero del Barça con la cruz que lleva cargando desde el 7 de noviembre de 2020, cuando una dura entrada del entonces bético Mandi le rompió el menisco de la rodilla izquierda. Después llegó un rosario de cirugías, un polémico cambio de cirujano (de Cugat al portugués Pinto Noronha), otra lesión, esta vez en el bíceps femoral en noviembre de 2021; un nuevo contratiempo en enero de este año en el tendón proximal del bíceps femoral para el que el club propuso operar, optando el jugador por un tratamiento conservador, y su reaparición en mayo. Pero desde entonces, Ansu no se ha consolidado como titular en una delantera del Barça plagada de puntas de nivel. Luis Enrique dudó con él hasta el último minuto para llevarle al Mundial, de hecho no le citó para la penúltima convocatoria aduciendo que no le había visto bien, pero finalmente le dio un voto de confianza. Y ayer quiso quitarle presión de forma definitiva. Morata es un muy buen delantero, pero no es un gran ‘killer’. En cambio, Ansu tiene una capacidad de definir ante puerta espectacular. Por eso, buena parte de las opciones de España en el Mundial pasan por sus botas, por que tenga confianza, por que se crea importante y por que todos los que le rodean no le vean ya como el crack castigado por las lesiones sino como ese jugador con mucho gol que si coge una buena racha puede ser decisivo para llevar a una selección a ganar un Mundial. Como hizo David Villa en 2010: cinco goles y campeones del mundo ●