ADIÓS A LO NADAL
→ El balear se despidió del torneo y la temporada con un triunfo necesario y el primero como padre → Rompió la racha de cuatro derrotas y tomó impulso para 2023 ganando a Ruud con 16 ‘aces’ y buen juego
→ “Mañana empieza la temporada 2023”, dijo Rafa Nadal tras haber sentenciado su eliminación en las ATP Finals de Turín al perder con Felix Auger-aliassime, sumar su cuarta derrota consecutiva en el circuito. No hubo récord negativo de cinco. Con mentalidad positiva e ilusión, rompió la mala racha y se dio un plus de motivación y confianza para enero, cuando llegue el Open de Australia, que preparará desde inicios de mes disputando la nueva United Cup, liderando el equipo español mixto junto a Paula Badosa.
Nadal, 36 años y nº 2 mundial, se despidió con brillantez de una temporada rara, por los parones provocados por lesiones, pero asimismo exitosa teniendo en cuenta los Open de Australia y Roland Garros cazados. Recordó más al de Melbourne y París que al tenista desubicado y sin fe de sus dos primeros duelos en Turín.
Venció 7-5 y 7-5 en 1h.42’ al noruego Casper Ruud, 23 años y nº 4, que tenía asegurado el liderato del Grupo Verde, estar en las semifinales de mañana contra Stefanos Tsitsipas o Andrey Rublev. Este factor no juega a favor del nórdico, como tampoco su pasión por Nadal, ser miembro de su academia, ni esa serie de no haber ganado a un top-3 mundial: 0-8, 0-20 en sets.
Todo fue rodado para Nadal, que metió 16 ‘aces’, como si de un ‘cañonero’ se tratase. Ha pasado la veintena, pero en un partido de Grand Slam, con más parciales y sobre hierba. Turín ha aglutinado unas condiciones de juego muy rápidas, que esta vez explotó para su bien el manacorí con 38 golpes ganadores, 16 errores no forzados.
Tenía más días de adaptación y un estilo de juego del adversario más propicio. Dispuso Nadal de más tiempo para devolver la bola, así como ganó enseguida ritmo porque hubo más intercambio. Y, especialmente, estuvo más inspirado. Creyó más en sí.
Afrontó un problema serio con dos bolas de break en contra con 4-4. Las remontó decidido. Sacó bien y se lanzó rápido a cerrar en la red. Además, su derecha volvió a ser un tiralíneas.
Cuando el set parecía destinado a un final en ‘tiebreak’, pinchó Ruud. Tres errores garrafales derivaron en rotura, en blanco, para Nadal. Y set, 7-5 en 55 minutos.
Un juego entero con ‘aces’
Un tesoro para Nadal. Se soltó definitivamente. Encadenó tres juegos en blanco con su servicio. Ganó un juego, el noveno, a aces, metiendo cuatro de una tacada. Se repitió la histora con el 6-5 Nadal. Dudó Ruud, no lo perdonó un Rafa más entonado. Cierra la persiana de 2022, 39 victorias y 8 derrotas, cuatro títulos, el récord de 22 Grand Slams. Mucho que decir aún. La ilusión está intacta.
Necesitaba reencontrarse con el triunfo Nadal, que además se llevó los 200 puntos de ranking, cuando el propio Ruud y Tsitsipas pueden arrebatarle el segundo puesto, y los 383.300 dólares, que añade a los 320.000 de fijo. En total, cerca de 400.000 euros. Y su primer éxito tras haber sido padre en octubre.
En unos días, gira de exhibición por Latinoamérica con Ruud ●