Paquetá creció 27 centímetros en 3 años
→ El centrocampista del West Ham destacó en la canarinha con un juego eléctrico
→ Paquetá es un sobrenombre. El brasileño que más sorprendió en el debut de la seleçao en el Mundial se llama Lucas Tolentino Coelho de Lima y nació en la bahía de Guanabara, donde está la isla paradisíaca de Paquetá. No hay coches, sólo te puedes mover en bicicleta y en caballo. En esa isla nació Lucas, un niño con mucha habilidad para jugar a fútbol pero muy muy bajito. Un caso parecido al de Leo Messi. Con 15 años medía apenas 153 centímetros. Realizó un tratamiento hormonal y en tres años creció 27 centímetros. El resto lo hizo su fútbol. Del Flamengo a Europa (Milan) y de ahí al Lyon de la mano de Juninho
Pernambucano, que convenció a Rudi García de que confiase en este centrocampista que ataca como nadie, habilidoso, contundente, inteligente. Lo hizo tan bien que lo fichó el West Ham. De esa evolución tan positiva tiene mucho que ver Tite. Siempre confió en él, Paquetá es un brasileño total.
El hijo de Tite, Matheus Bachi, que está en el staff de la selección brasileña, animó a Paquetá a que cambiara hábitos de vida, que cuidase más su alimentación, que se suplementara, que entrenase en el gimnasio. El FC Barcelona se interesó por él el pasado verano, pero finalmente decidió apostar por la Premier League.
Paquetá no tiene entre la afición brasileira tanto glamour como Vini Jr o Neymar, los favoritos sin discusión. Cuando en megafonía escucharon el nombre de Ney, el estadio se vino abajo. Es el más carismático de los brasileños. Un tipo feliz. Saltó al terreno de juego charlando divertido con los niños, bromeando con Casemiro, moviéndose con el ritmo que llevaba acumulado en sus caderas desde el vestuario donde nunca falta la música.
La canarinha es la selección que arrastra más afición en las Copas del Mundo y en Qatar no ha sido una excepción. Es también la más colorista, amigable y expansiva. Prácticamente llenaron las gradas del estadio de Lusail, una ciudad moderna y futurista, abierta al mar, con cuatro torres enormes que crecen rodeando un pez brillante. Las pocas localidades libres en las gradas correspondían a la zona noble del estadio, las entradas carísimas.
Ronaldo Nazario tuvo que ver el debut de Brasil por televisión desde su lujoso hotel de Dubai. Volvió a dar positivo por covid por segunda vez y no hay nada peor para Ronnie que seguir un partido por televisión.
Tendrá que esperar a ver si supera el covid porque este Brasil tiene buena pinta. Seguro que esperará a que Ronaldo se recupere para
su apodo hace referencia a su isla de nacimiento en la bahía de Guanabara
poder festejar con una selección alegre, distendida, muy parecida al Brasil que en el Mundial de Corea y Japón quedó pentacampeona. Con Ronaldo ●