España logró el Mundial 82 sin ganar ninguna votación
La primera semana del Mundial ha coincidido con la emisión de algunos documentales que pretenden demostrar que Qatar logró ser la sede escogida tras haber comprado voluntades, con sobres con dinero o con inversiones en distintos países, de algunos de los 24 directivos de la FIFA con derecho a voto. A renglón seguido, el mundo occidental se pone las manos a la cabeza de que el fútbol blanquee dictaduras a través del deporte. Mucho se ha hablado de Argentina 78, cuando el régimen de Videla secuestraba y asesinaba personas de las que nunca más se supo. Cierto es que el golpe militar argentino tuvo lugar en 1976 y que la sede estaba decidida ya desde el Congreso de la FIFA en Londres, en 1966. Ese mismo día se había escogido la sede de la Copa del Mundo de 1974 y la de 1982. Como entonces ni África ni Asia no contaban futbolísticamente para nada, la FIFA jugaba con la alternancia de una Copa del Mundo en Europa y otra en América. Así, como en 1970 se había disputado en México, en 1974 tocaba en Europa. Se presentaron Alemania y España. Antes de la votación, España se retiró y, automáticamente, le adjudicaron la candidatura de 1982 sin pasar por las urnas. Funcionó la diplomacia. A diferencia de lo que pasó en Argentina, que logró el Mundial en democracia y lo disputó en dictadura, la España de Franco se colgó la medalla de haber conseguido ser sede oficial pero el Generalísimo ya no pudo ver ni un solo partido. Incluso, en 1982, España ya había superado otro intento de golpe de estado militar. Eso sí, el heredero designado por el Caudillo inauguró el Mundial en el Camp Nou ●