El Barça soñado
Un día sueño que el Barça juega vertical y rápido, con el campo bien abierto como le gustaba a Johan Cruyff ,con dos extremos incrustados en la línea de cal obligando al rival a extenderse, con interiores y falsos nueves generando dudas a los centrales que no saben por dónde cubrir, con la línea defensiva adelantada, trabajando el fuera de juego y permitiendo la presión avanzada que lleva a recuperar la bola rápidamente. El partido es un taqui y gol, el rival asfixiado y la pelota corre endiabladamente rápido.
Despierto del sueño y resulta que no es el Barça, es la Roja de Luis Enrique, ese entrenador odiado en la península y la caverna mediática, por ser culé y recuperar las esencias de nuestro fútbol, para gloria nacional. Del otro lado, todavía no está Alemania, sino la inocente Costa Rica que flota durante el debut en el Mundial de Qatar, sin acometer marcajes férreos. Keylor Navas tampoco es aquel portero milagroso, sino un coladero arrollado por la ilusión de unos jóvenes que se comen el mundo.
Lucho no se corta y ha dado la oportunidad a jugadores suplentes como Ferran Torres, Asensio o Morata, apostando por valores como Dani Olmo y esas perlas blaugranas que son Pedri y Gavi. Solidez defensiva atrás y tres viejas glorias como Azpilicueta, Alba y Busquets, que aquí sí parecen disfrutar porque el sistema de juego les beneficia y se contagian de la ilusión de los jóvenes.
Esto tan sólo acaba de empezar y Alemania va a ser la verdadera piedra de toque para ver si podemos soñar. Para muchos, el partido de este domingo puede ser una merecida revancha ante los arrogantes teutones ●