Australia vuelve a la final de la Davis 19 años después
→ El equipo de Lleyton Hewitt remontó hasta eliminar a Croacia en el doble
→ El capitán Lleyton Hewitt levantó la ‘ensaladera de plata’ como jugador en 2003, venciendo sobre la hierba de Melbourne dispuesta en paneles para la ocasión en el Rod Laver Arena a España junto a Mark Philipppoussis, Wayne Arthurs y Todd Woodbridge. Derrotaron 3-1 a Carlos Moyà, Juan Carlos Ferrero, Àlex Corretja y Feliciano López.
Australia vuelve a la final 19 años después de aquel triunfo, donde paró su contador de 28 ‘ensaladeras’ en 47 finales disputadas. Jugará mañana la 48ª, a la una de la tarde, el mismo horario de hoy de la semifinal entre Italia y Canadá, también en el pabellón Martín Carpena de Málaga.
El escenario donde Australia frenó en seco las aspiraciones del verdugo de España, Croacia, por 3-1. Lo hizo además sentenciando en el doble, el punto en el que los balcánicos se sentían fuertes con Nikola Mektic y Mate Pavic, suben
Coric puso el 0-1, pero De Miñaur igualó y el par Purcell-thompson se creció y remató
campeona en las ATP Finals.
Hewitt movió pieza a última, y no le pudo salir mejor. No hubo repetición de la final de dobles de Wimbledon, donde los croatas habían superado en un agónico encuentro a Matthew Ebden y Max Purcell. El técnico decidió dejar fuera a Ebden, dando entrada a Jordan Thompson, que había disputado los individuales ante Países Bajos en la ronda de cuartos.
Pese al estreno del dúo, aunque ambos habían tenido su propia experiencia con otros pares, Parcell y, especialmente, Thompson respondieron a la confianza de Hewitt remontando a Mektic y Pavic 6-7 (3), 7-5 y 6-4 en 2h.14’. Los croatas sufrieron su segunda derrota ocho duelos en la Davis.
Los australianos concretaron las dos bolas de ‘break’ que tuvieron a favor, en el undécimo y séptimo juegos del segundo y tercer set, respectivamente. Thompson, el menos especialista de los cuatros, dio solidez de fondo a la pareja.
Australia demostró mucho carácter, como Lleyton Hewitt. Empezó la contienda a contracorriente porque Thanasi Kokkinakis perdió ante un imponente Borna Coric por 6-4 y 6-3, pero Alex de Miñaur dio el primer impulso arrasando a Marin Cilic 6-2 y 6-2 en 44 minutos. De padre uruguayo y madre española, afincado en Alicante con su técnico principal Adolfo Gutiérrez, impulsó a su conjunto tomándose la revancha de su revés individual ante Cilic y de equipo ante Croacia, del 0-3 en las Finales del curso pasado. Purcell y Thompson siguieron esa inercia de su nº 1 y remataron.
El país más laureado tras Estados Unidos (32 títulos) vuelve a dejarse ver en una final ●