El Mundial de Koeman en Barcelona
desde que hace poco más de un año dejase de ser el entrenador del Barça, Ronald Koeman no ha dejado de residir en Barcelona, una ciudad de la que junto a su esposa, Bartina, se enamoraron ya en su etapa de futbolista blaugrana hace más de treinta años. Por aquel tiempo se prometieron que algún día volverían para quedarse. Y así es, esperando que en un año puedan acabar las reformas de la casa que adquirieron en el selecto barrio de Pedralbes.
Mientras tanto, el héroe de Wembley espera pacientemente a que en enero próximo vuelva a sentarse en el banquillo de la selección holandesa, cargo al que renunció en el verano de 2020 cuando acudió a la llamada del Barça, tras la humillante derrota por 8-2 contra el Bayern en los cuartos de final de la Champions. Una salida hacia el Camp Nou que tenía fijada una cláusula de seis millones de euros que fueron a la caja de la KNV. El retorno a la selección ‘oranje’, tras una primera etapa exitosa, en que clasificó a los neerlandeses para la final de la Nations League y posteriormente por la vía rápida para la Eurocopa, es el motivo por el que ha decidido no viajar a Qatar y evitar de esta manera estar en el foco mediático que le estaría interrogando sobre el papel del equipo de Van Gaal en el Mundial. Solo en el caso que los tulipanes fueran capaces de alcanzar las semifinales del torneo, entonces sí que se plantearía viajar a Qatar.
Esto no impide que Ronald esté pendiente de los partidos del Mundial, especialmente los de su selección. Uno de ellos, contra Ecuador, coincidió con celebración la celebración del cuarenta aniversario de Jesse, el marido de su hija mayor, Debbie, con la que hace dos años decidieron también trasladar su residencia a Barcelona. Así se convocó una reunión familiar por sorpresa, a la que acudieron los dos hijos varones, Tim y Ronald jr., junto a sus respectivas parejas y una docena de amigos holandeses. La celebración no pudo tener un mejor espacio que el ‘showroom’ de la empresa Frigicoll, The Art of Living, en Sant Just Desvern. Lo cierto es que gracias al buen hacer de la anfitriona, Anna Rigol ,yasu eficaz equipo, junto a un sabroso catering de Jordi Jacas, uno de los ‘chefs’ más culés, se pudo disfrutar de una entrañable velada.
Lo único que no acompañó fue el triste juego de la selección de los Países Bajos, que rozó el ridículo al sumar, y gracias, un empate contra Ecuador, que tuvo en sus manos la victoria. A pesar de tan decepcionante actuación, que está siendo debidamente criticada por la prensa holandesa, Koeman es optimista con el futuro que aguarda a su selección, dando por descontado que una victoria holgada contra Qatar les permita llegar primeros de grupo al cruce de octavos. Otra cosa es contar con los herederos de la naranja mecánica entre el selecto grupo de favoritos. Aquí, Ronald apuesta por Brasil, Francia y España, equipo del que es un rendido admirador. No en vano, tres de sus integrantes, Pedri, Gavi y Balde, dieron el salto a la primera plantilla barcelonista de su mano. Y es que sin aquella valiente decisión difícilmente los tres jóvenes blaugrana estarían triunfando en el Mundial ●