Un poco de Unzué es mucho
Trabajó con el padre y ahora lo hace con el hijo, aunque si le preguntas a Luis Enrique te dirá que si Aitor Unzué está en su equipo es porque es el mejor: “por esa regla de tres, habría fichado a mi hermano”. Lucho ganó el triplete en el Barça con Unzué padre como mano derecha y ahora aspira a ganar el Mundial con el hijo en su equipo de analistas.
Al maratoniano Luis Enrique no es fácil seguirle el ritmo de trabajo, pero dicen que con Aitor, igual que le pasaba con Juan Carlos ,no puede cuando salen en bici. Aitor jugó de central pero lo dejó pronto. Tras cumplir con las exigencias formativas, incluida una beca en las divisiones inferiores del Barça, aceptó una oferta de Albert Roca y se fue a El Salvador. De vuelta, le incorporó Eusebio Sacristán a su equipo en el Girona y allí le encontró su padre, antes de que Luis Enrique volviera a la selección y le reclamara.
Dicen que es un poco friki, por su capacidad de manejo de la tecnología, su ojo clínico de los partidos desde las alturas y su capacidad para hacer las cosas rápido y bien.
De hecho, normalmente la mañana siguiente de los partidos todos los futbolistas tienen en su ordenador la edición del partido, la común y la particular y, el cuerpo técnico, el resumen y aquello que Luis Enrique haya tenido a bien pedir del partido en concreto. “Es una máquina” dicen de él. Durante el año, como todos los ayudantes, se reparten cada semana el seguimiento de los casi cien futbolistas que siguen como potenciales internacionales para el combinado nacional. De ahí salen ideas como la de situar a Rodri en el eje la zaga. Si todo va bien, y España pasa a cuartos, la concentración de La Roja recibirá la siempre inspiradora visita de Unzué padre. Un poco de Juan Carlos Unzué también es mucho ●