Barrios y Carrasco sacan al Atlético del lodo
→ Un gol del canterano, el mejor jugador sobre el césped, y dos del belga permiten a los rojiblancos remontar ante el Arenteiro en Espiñedo
→ El Atlético logró un trabajado triunfo ante el Arenteiro, en un partido que se complicó por el gol de Markitos y el mal estado del terreno de juego. Carrasco, con dos goles y Pablo Barrios, con otro, sacaron a los rojiblancos del lodo.
Había pocas dudas de que al Atlético le iba a costar. Un trago copero difícil de digerir por el rival, el poco ritmo de los colchoneros, su trayectoria esta temporada y por el estado del terreno de juego. Malo, muy malo. Algo que condicionó el encuentro desde el inicio y que lógicamente, fue a peor con el paso de los minutos. Ya avisó Javi Rey, entrenador local, que el Arenteiro trataría de aprovechar ese condicionante. Y lo hizo.
Salió Simeone con tres centrales y con Pablo Barrios en el centro del campo junto a Koke y Witsel, con Lemar por detrás de Morata. Carrasco y Llorente en los laterales trataban de dar profundidad ante un equipo, el gallego, que presionaba arriba y luego buscaba el juego directo al agujero que había entre Carrasco y Hermoso. Así crearon peligro en un par de ocasiones, la primera tras un regalo de Savic a Escobar (los dos se las tuvieron), pero el delantero no estuvo fino.
En el otro área, Koke, Lemar y Morata, en dos ocasiones, pudieron adelantar al Atlético, al que le costaba entender ya no lo que pedía el partido, que también, sino lo que demandaba el terreno de juego. Pocas conducciones, pases rápidos, en ventaja para el compañero...
La lección se la sabía mejor el Arenteiro, que fue el primero en golpear. Otro balón a la espalda de la zaga sorprendió a Llorente, que tardó mucho en salir. Controló Markitos, entre el pecho y el brazo (reclamaron mano los rojiblancos)
El terreno de juego, en muy mal estado, condicionó el encuentro
y después definió a la perfección ante Oblak.
Menos mal para el Atlético que sólo tres minutos después, González Fuertes vio un agarrón (o dos) en el área orensana en una falta lateral. Penalti que transformó Carrasco para firmar las tablas en el descanso. ¿El césped? Peor.
El Arenteiro ya no presionaba tan alto tras el esfuerzo de la primera mitad, lo que permitía combinar algo más al Atlético en el medio, con el riesgo del campo, pero era complicado hacerlo en ese pasto. Lemar no aparecía. Sí Barrios, pidiendo el balón y tratando de generar.
Otro penalti, éste más dudoso, apareció al rescate del Atlético. Hubo contacto, pero no pareció tan claro para señalar la pena máxima. Es igual. Morata lo lanzó de forma lamentable. Un caramelo para Diego García. Minuto 60.
Buscaban los colchoneros a Carrasco por la izquierda, ya con Reinildo por detrás. Apretaba el Atlético. La tuvo Morata, que tiró al bulto. Alberto Moreno, que entró por Koke, daba sentido al juego. Se defendía el Arenteiro. Y apareció el mejor hombre de los del Cholo, Pablo Barrios. Partió desde la derecha y disparó con la izquierda. Parecía parable, pero Diego García reaccionó tarde y mal. 1-2.
Quiso reaccionar el Arenteiro, pero el Atlético no estaba dispuesto a que se le escapase el pase. Carrasco sentenció a la contra. Los de Simeone salieron vivos de Espiñedo ●