El pertiguista sin límites

Con 23 años recién cumplidos ha enterrado profundamente la leyenda de Sergey Bubka en el salto con pértiga. Su 2022 fue sencillamente demencial, batiendo hasta cuatro veces el récord del mundo, dos en pista cubierta y otros tantos al aire libre, bañándose de oro por el camino en los Mundiales bajo techo y outdoor y también en el Europeo. No sólo tritura plusmarcas sino que lo hace en los grandes escenarios y en los grandes momentos.

Su avasallador dominio de la especialidad no tiene parangón. Es, simplemente, un elegido, que combina una genética envidiable –su padre era pertiguista y su madre, heptatleta y jugadora de voleibol– con una técnica exquisita y una voracidad y generosidad competitiva como no se ha visto antes.

Este fenómeno sueco con doble pasaporte (nació en Estados Unidos) ya era plusmarquista universal desde que cumplió los 20 pero este año ha llevado sus registros al siguiente nivel. Inició su exhibición en marzo en el meeting de Belgrado, elevando el listón hasta los 6,19 metros; pocas semanas después, en el Mundial indoor celebrado en la misma ciudad, arañó un centímetro más al récord mundial bajo techo (6,20). Se podría pensar que, como hacía Bubka, Mondo Duplantis es capaz de regular su supremacía centímetro a centímetro para tener más oportunidades de ganar fama y dinero. Pero no.

Ya en la campaña al aire libre, en el meeting de Estocolmo se encaramó hasta los 6,16 m., nuevo récord mundial superándose a sí mismo. Sin embargo, dejaba lo mejor para el final. En el Mundial de Oregón, la cita más importante de la temporada, no sólo conquistó su primer título sino que lo hizo adornándose con un salto de 6,21 m., un tremendo mordisco de cinco centímetros a su mejor registro. Cerró una temporada de ensueño con el título europeo, que ganó con un 6.06 que para él es solo discreto pero que sería excepcional para cualquier otro ●