Año perfecto salvo el Mundial
A los 34 años, Karim Benzema vivió el mejor año de su larga carrera. Dando un paso adelante tras el adiós de Cristiano Ronaldo y vistiéndose de líder absoluto del Real Madrid, cuajó una temporada fantástica que le llevó a ganar la Liga, la Champions y a conquistar un Balón de Oro que a estas alturas de su carrera parecía que ya no lograría jamás, siendo el segundo jugador más veterano de la historia en conseguirlo.
El francés consiguió muchos goles y muy importantes en una campaña casi perfecta, convirtiéndose, de momento, en el segundo máximo artillero de la historia merengue. En Laliga firmó 27 tantos en 32 partidos, lo que le valió para ganar su primer trofeo Pichichi. Pero fue en la Champions League donde Karim brilló en su máximo esplendor, especialmente en partidos grandes.
Especialmente memorable fue su ‘hattrick’ en 17 minutos frente al PSG en dieciseisavos de final que le sirvió, además, para superar a Alfredo Di Stéfano en el ranking de goleadores madridistas. En la ida de los cuartos de final, frente al Chelsea, anotó un nuevo triplete en Stamford Bridge, y en la vuelta en el Santiago Bernabéu un cabezazo suyo en el 96’ dio a los blancos el pasaporte hacia las semifinales, donde volvió a marcar, esta vez de penalti, ante el Manchester City, conquistando a la postre el trofeo por deimocuarta vez, batiendo al Liverpool en la final por 1-0. Benzema anotó un total de 15 goles en esta Champions.
El único lunar de su año mágico fue no poder disputar el Mundial de Qatar con Francia, selección a la que se reincorporó tras un tiempo apartado. Se lesionó en los días previos de concentración y, aunque se restableció mediado el Mundial, el seleccionador Didier Deschamps prefirió no reclamarle para no romper la armonía de un grupo que funcionaba sin él y eso derivó en un velado pero agrio enfrentamiento entre ambos. Tras el KO ‘Bleu’ en la gran final contra Argentina, Benzema anunció su retirada de la selección ●