Adiós apoteósico
La imagen de un Serrat emocionado al final del último bis, colgándose la guitarra del hombro y cogiendo con la otra mano el taburete de Bocaccio, que le ha acompañado silencioso en todos los conciertos de los últimos 50 años, acompañado de un beso final al suelo del escenario, fue la más icónica de todas las que se vivieron en el último de sus conciertos en el Palau Sant Jordi de la gira de despedida. Ante unos 15.000 privilegiados espectadores, el ‘nano’ desgranó durante más de dos largas horas de recital una veintena de los mejores temas de su amplio repertorio, con una voz que supo contener las emociones y en un perfecto estado de forma.
Entre el auditorio no falló la presencia de una amplia representación del entorno barcelonista, empezando por un eufórico presidente Laporta, que acudió acompañado del directivo responsable del futbol femenino Xavi Puig, que en la posterior recepción que tuvo lugar finalizado el concierto estuvieron departiendo con el cantautor. Jan es fan declarado del cantautor del Poble Sec y en una ocasión asistimos juntos a un recital que ofreció en Valencia, dentro de la gira Serrat cien por cien, la noche antes que el
Barça conquistase en el campo del Levante el titulo de la Liga 2004-05. Al acabar la actuación, fuimos al camerino a saludar a Joan Manuel, que pidió hacer un aparte con el ‘presi’, para proponerle cantar el himno del Barça en la fiesta de celebración, tal como había hecho cinco años antes en la ceremonia inaugural de los actos de celebración del centenario del club.
También asistió a la cita el gran capitán del mejor Barça de la historia, Carles Puyol, acompañado de su pareja Vanesa Lorenzo y de su inseparable amigo Carles Sans, uno de los tres ex Tricicles. Los otros dos, Paco Mir y Joan Gràcia, tampoco se perdieron tan señalado acontecimiento. Otro ilustre, Juan Antonio San Epifanio, ‘super Epi’, acudió acompañado de su hijo Edgar, que a pesar de una generación que se decanta por otras tendencias musicales quedó gratamente impresionado por la emotividad del concierto. Otra ex figura de la canasta, que vistió la camiseta blaugrana y la verdinegra del Joventut, como Ferran Martinez, asistió en compañía de su esposa María, que se desplazaron expresamente desde Andorra.
Tampoco faltó a la cita Josep María Minguella, amigo personal del artista, con quien comparte partidos de ‘pitch and putt’ en Can Cuyàs y suculentas comidas en Can Isidre, el restaurante predilecto en Barcelona de Joan Manuel yde Woody Allen. También pudimos ver al doble ex candidato a la presidencia del club, el publicista Lluís Bassat o a los hermanos David y José Muñoz ,delos
Estopa, que hicieron hace años una de las mejores versiones por rumbas de ‘Mediterráneo’.
En las fotografías que se proyectaban en las pantallas gigantes del escenario había varios guiños culés. Como la foto del equipo de les Cinc Copes, con la delantera Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón, inmortalizada en la canción ‘Temps era temps’, que abrió el concierto. La imagen de un Camp Nou lleno en un Clásico contra el Madrid en ‘Barcelona i jo’, más la imagen de la Mona Lisa vestida de blaugrana con la publicidad de UNICEF.
Pero Serrat también tiene seguidores pericos. Uno de ellos, auténtico fanático, se trata de Edu Mauri, actual jefe de los servicios médicos del Manchester City, que viajó desde Inglaterra para no perderse el acontecimiento y que lucía una sudadera negra con la cara de Joan Manuel estampada. Y es que no hubo mejor manera de empezar las Navidades coreando los grandes ‘hits’, de un artista irrepetible, que ha marcado la banda sonora de nuestras vidas