Niko Paul, el reto europeo del Barceloneta
Máximo goleador de la Liga con el Sant → Andreu, medallista con la selección y fichaje
→ El 2022 se cerrará en apenas dos semanas y lo recordará con mucho cariño Niko Paul. El jugador del Barceloneta ha vivido doce meses de consolidación en la primera línea del waterpolo nacional. Tras un periplo de cuatro temporadas en el Club Natació Sant Andreu, equipo en el que se convirtió en máximo referente en ataque, Paul volvió a la casa ‘marinera’, en la que se formó durante años, para poner el broche a un 2022 en el que ha sido máximo goleador de la Liga y se ha ganado el debut con la selección, con la que se colgó dos bronces en el Campeonato de Europa y en la Superfinal de la Liga Mundial.
Paul se ha convertido en uno de los referentes de la Liga española y ya está dejando su sello en clave internacional. “Ese bronce europeo me ha aportado mi primera experiencia internacional y ha sido increíble. Espero que no sea la última, porque no me creía el estar en la lista”, agradece la confianza que le ha demostrado David Martín. En la selección ha podido compartir experiencias con gran parte de sus nuevos compañeros en el Barceloneta. “Es más o menos el mismo grupo y es muy sano y muy natural, así que no cuesta tanto. Tampoco lo he afrontado pensando en que eran campeones del mundo, porque cada campeonato es nuevo”, explica sobre un verano al que España llegó como candidata a todo el Europeo de Split tras su magní- fico oro mundial en Budapest.
Un campeonato que le ha aportado experiencia para ir asumiendo galones en el gran referente del waterpolo nacional, el Barceloneta de Elvis Fatovic. “Mi objetivo aquí es crecer al lado de toda esta gente, que sabe horrores de waterpolo. También, ayudar al equipo a optar a lo máximo, que es para lo que entrenamos cada día”, destaca sobre la temporada con retos más ambiciosos de su carrera a nivel de clubes.
Niko está viviendo unos primeros meses en los que se está integrando en nuevas dinámicas en su día a día. “El cambio se nota en los dos partidos por semana (Champions y Liga) y en que hay mucho nivel. Cada entrenamiento es de nivel top”, reflexiona. “Al principio hay que adaptarse a eso, pero estoy muy ilusionado y muy contento. Me tratan muy bien y, además de que ya conocía a los compañeros de antes, también comparto gran parte del verano con ellos. Somos un equipo muy divertido”, agradece.
Paul está focalizando mucho su nueva vida waterpolística en dos aspectos. La primera, el trabajo físico. “Tenemos un preparador físico, pero tienes que adaptar mucho el entrenamiento que haces a que tienes dos grandes esfuerzos cada semana”, explica. “Si antes jugabas el sábado, descansabas el domingo y luego tenías la semana para volver a ponerte a tono, aquí descansas el domingo, pero el lunes o viajas o el martes juegas en casa. Tienes que adaptarte para hacer esto”, cuenta.
La otra parte de la adaptación está llegando en su rol en el equipo. Paul ha pasado de ser el foco del ataque del Sant Andreu a ser un jugador que, sin perder su olfato goleador, comparte protagonismo con los Alberto Munarriz, Dusan Matkovic o Unai Biel. “La situación me supone adaptarme y evolucionar, que a mí me encanta. En ataque, lo bueno en este equipo es que, pase lo que pase, siempre vas a tener a alguien que esté acertado”, celebra. “No diría que tengo menos presión en ese aspecto, pero sí más tranquilidad. Sé que en el momento en el que a mí no me salgan las cosas, voy a tener a un compañero al lado para el que voy a trabajar y él va a ayudarme con esa faceta”, agradece. Así, el mayor reto ha llegado en otra parte de la piscina. “Se trata de aprender a desarrollar otras capacidades que pueda tener, como puede ser en defensa”, reflexiona. Es una de las facetas en las que más está trabajando en los últimos meses. “Es algo que no se me ha exigido tanto antes y en lo que ahora me tengo que concentrar mucho”, explica. Para ello está teniendo que trabajar en automatismos que le resultan menos habituales. “Necesito más concentración, leer mejor cómo juegan los rivales en ataque para saber anticiparme a los movimientos”, cuenta. Pero la ayuda que está recibiendo del club para mejorar en esa faceta está siendo máxima. “Aquí, aparte del entrenador y del segundo, incluso los jugadores te pueden explicar cómo actuar en cada situación, en cada posicionamiento”, dice.
El sueño europeo
Mejorar, mejorar y mejorar. Es lo único en lo que piensa Niko Paul para poder ayudar al Barceloneta a lograr todos sus objetivos. Campeones ya esta temporada de la Supercopa de España y de la Copa Catalunya, sus jugadores quieren revalidar Liga y Copa ante el crecimiento de rivales como el Sabadell y, sobre todo, mantienen el sueño de la ansiada Champions en mente. “La clave para poder optar a ella es entrenar muy duro, mejorar. Adaptarnos todos al rol que cada uno vamos a tener y, si lo logramos, lo podemos hacer muy bien”, avisa Paul.
Los marineros han ganado sus cuatro primeros partidos en el grupo A de la máxima competición europea. “Los ánimos están. Estamos llevando una buena dinámica y vamos en buen camino para intentar llegar bien a las fechas decisivas”, cuenta Paul.
Quiere vivir día a día, sin dar más importancia de la necesaria a la buena dinámica del equipo en Europa. “Los partidos de Champions no los puedes tratar de forma diferente por el hecho de que hayas ganado otro. Si un día estás despistado, lo pagas, porque el nivel es muy alto”, reflexiona. “Hay que afrontar cada encuentro con ganas, y más aún si jugamos en casa con todas las familias y niños en las gradas”, dice.
La Champions está mostrando que, poco a poco, el Barceloneta va adaptando en el equipo a sus nuevas adquisiciones, como Paul o Matkovic, tras un verano en el que sufrió la baja de una pieza clave durante varias temporadas como Álvaro Granados. “Creo que estamos acabando con esa faceta de adaptar a la gente nueva, para que cada uno sepa qué rol tiene. Eso está más o menos conseguido y cada uno ya sabe lo que tiene que hacer”, dice Niko tras una fase inicial de la temporada en la que el Barceloneta vio rota su racha de imbatibilidad a nivel nacional perder contra el tras
Sabadell.
“Hemos tenido jugadores que han estado entrenando muchos meses y jugando muchos partidos y puede ser que en algún momento la cabeza se te vaya. Pero lo importante es que hemos corregido los errores muy rápidos”, dice.
Tiene asumida que esa ha sido la clave para brillar en el Sant Andreu, debutar como internacional y ganarse la oportunidad de estar en el Barceloneta. Trabajar y trabajar. Por ello, sabe que esa tiene que ser también la receta para poder ayudar al club marinero a poder hacer realidad sus objetivos en la parte final de la temporada.
A falta de que lleguen los meses decisivos, Paul despide en próximos días un año mágico en el que se ha ganado un puesto en el Barceloneta y en la selección. En ellos quiere seguir empapándose de todos los conocimientos posibles que puedan aportarle sus compañeros y sus técnicos para seguir creciendo como jugador y plantearse objetivos muy ambiciosos ●
Un gran año para el internacional español, con salto al equipo marinero