Setién deja líder al Barça
El Villarreal de Setién venció al Madrid en la Cerámica y permitió que el Barça afronte hoy el difícil partido ante el Atlético con la confianza que da seguir siendo líder pase lo que pase en el Metropolitano. Los blancos fueron superados por los groguets en un encuentro en el que se señalaron dos penaltis que solo existen en un reglamento fuera de la realidad. Tanto los árbitros como el VAR se ven obligados a aplicar un criterio equivocado en jugadas que no deberían ser penas máximas. Pueden entenderse los errores en el terreno de juego, pero en los despachos debería ser inaceptable. Ningún futbolista ni técnico entiende que se piten manos como las de ayer en Villarreal, aunque eso es lo que dictan las nuevas normas, alejadas del mejor espíritu del juego y de la lógica clásica del fútbol.
EL MADRID DEFENDIÓ MAL en un equipo titular histórico en el que no se alineó de inicio a ningún jugador español, lo que no se había producido en toda la historia de la Liga. En su día se vendió que Rudiger había sido el mejor defensor del Chelsea para minusvalorar a Christensen y se ha demostrado que, de momento, es más seguro el blaugrana que el madridista. Ancelotti prefiere a Valverde antes que alinear a Asensio oa Rodrygo ysi Benzema y Vinicius no definen, al Madrid le cuesta marcar. El Villarreal, en cambio, supo combinar la posesión con las salidas rápidas y Setién se reivindicó con un gran triunfo tras un inicio con dudas en el club amarillo.
AHORA EL BARÇA DEBE APROVECHAR su ocasión en el Metropolitano. Será en el partido más difícil ya que el conjunto de Simeone es muy potente y tiene a Griezmann en un gran momento de forma. Los blaugrana están manteniendo el duelo de la Liga, su gran objetivo, y es la competición en la que se muestran más fiables. Pase lo que pase en Madrid, el Barça afrontará la Supercopa como líder de la Liga. El duelo entre los dos está claro, pero el equipo de Xavi debería aprovechar oportunidades como esta, aunque no va a ser nada fácil. El Atlético tiene un gran bloque y un entrenador carismático capaz de contagiar intensidad permanente a su grupo. El Barça debe empatar en eso ●