de la autoescuela al desierto: al dakar con la ‘l’
→ Está cumpliendo un sueño. Se le lleva notando en la mirada desde hace días, especialmente el pasado 30 de enero, cuando estaba a punto de debutar en el Dakar. Estaba muy ilusionado, pero llamaba la atención su calma y serenidad. Más aún por su cara de niño. Tiene 18 años recién cumplidos y destaca por su temple. “Estoy muy calmado”, decía antes de su estreno en la carrera más dura del mundo. Él es Pau Navarro. A sus 18 años es el segundo piloto más joven del Dakar 2023, al volante de un Side by Side de la categoría T4. No tenía experiencia en una carrera tan larga y el Dakar requiere precisamente eso, mucho aprendizaje previo. Pero las manos, velocidad y astucia que demostró en sus primeras carreras este año hizo que muchos le colocaran en la lucha en una clase tan competida e igualada como T4 (vehículos ligeros), como también lo está Gerard Farrés. Aunque a posteriori, esta cita le enseñó de primera mano su dureza.
Pau se encuentra en un ambiente que le es familiar. Pilota dentro de la estructura que dirige su padre, Santi Navarro, propietario de FN Speed. Él fue el que le inculcó su amor por el motor. Y desde que Santi fundó esta estructura dakariana en 2018, para Pau las carreras son como el salón de su casa. Santi fue clave también en el inicio de la carrera de su hijo, algo que se forjó de forma natural al inicio de la pandemia.
“Todo nace de la época del Covid-19. Yo estaba en casa y mi padre me veía ahí y me dijo: ‘Tienes que hacer algo’. Empecé a ayudar en el taller del equi- po. Allí aprendí mecá- nica y un día mi padre me dijo: ‘¿Quieres ir al Dakar?’. Pensaba que me tomaba el pelo. Era verdad”.
Aprendió con los videojuegos
Pau ha llegado para romper las reglas. El camino que suele usar todo aquel que quiere aprender a navegar con ‘roadbook’ es tomar clases de experimentados copilotos, hacer muchos tests y estudiar notas con ‘roadbooks’ reales de papel. Pau lo hizo sin darse cuenta, de otra forma: jugando a la Play. “Aprendí el roadbook con el juego del Dakar”. Cualquiera en su lugar, con un equipo en manos de su familia, habría pedido hacer tests y más tests. A él le bastó con un mando y un videojuego a los 16 años. Formación 2.0.
“Aprendí con el juego del Dakar 2018. Es exactamente lo que es la vida real. Practicaba ahí con mi padre el copilotaje y él se quedaba asombrado de lo mucho que se parecía todo el tema de señales. ¿Estudiar notas? No…”, agregó a este diario el pasado 30 de enero, el día antes de su debut en el Dakar como piloto.
Tampoco vio raro llegar al Dakar 2021, a su estreno como copiloto (uno de los más jóvenes de la historia), sin haber probado antes un tramo en condiciones al lado de su piloto.“el piloto quería saber si yo tenía miedo al camión o no. Me subí un día para dar cuatro vueltas y ya está. Mi primer test real fue ya en el ‘shakedown’ y la prólogo del Dakar 2021. No había copilotado a nadie antes en la vida real”. ¿Y practicar notas? “Las cantaba en el juego”, respondía de forma contundente, como si aquello fuera lo normal.
En 2021 y 2022 acudió de copiloto y en las dos ocasiones se quedó a las puertas de llegar a la meta, con sendos abandonos en la etapa 11. “Pero cogí mucha experiencia. Porque fui con Alex Aguirregaviria en 2021 y con ‘Pato’ Silva en 2022". Ambos superan en su cuenta particular la docena de Dakares y fueron claves en su aprendizaje en carrera. También Dani Solà, con el que debutó el pasado año en su primera Baja como ‘copi’. El siguiente paso era poner las manos en el volante. Pero para pilotar en el Dakar, uno de los requisitos es tener carnet de conducir. Pau Navarro logró la mayoría de edad el 17 de mayo. La teoría se le atragantó un poco. La práctica fue más sencilla. En junio ya lo tenía, y una semana después ya estaba compitiendo en el Mundial. “Me intenté sacar el carnet lo antes posible. Tenía la presión de no aprobar y no poder ir al Dakar. Sobre todo, el teórico. Aprobé por los pelos, con tres errores. Luego me saqué el práctico. Y la semana siguiente ya hice la primera carrera como piloto en Italia. Allí fui tercero. Podía ser mejor, pero tuve mucho polvo”, explicó a este diario.
Luego llegó su gran prueba de fuego, el Rally de Marruecos, la antesala del Dakar. “Era mi primera carrera de desierto y quedé segundo en T4. Y en la Baja Andalucía fue muy bien, conseguí mi primera victoria ante Farrés”, añadió. Y finalmente, llegó al Dakar, carrera que le ha enseñado sus dos caras: asombró en la primera etapa al quedar 2º a un minuto del ganador. Rozó el triunfo. Pero al día siguiente, en la dura segunda especial de piedras, pinchó dos veces y cedió mucho tiempo. Acumuló dos Top-10 más (etapa 5 y ayer) pero también entendió la complejidad de la prueba en otras duras jornadas. Está demostrando velocidad, pero lo más importante es que está sumando kilómetros y experiencia. Un piloto 2.0 que usa videojuegos del Mundial de Rallies también para entrenar su pilotaje y el del Dakar para sus reflejos: “En el juego del Dakar me pongo a fondo e intento no fallar”.
Otra manera distinta de prepararse para un Pau al que lo Millenial y la Generación Z le suena ya a antiguo. Pertenece a los ‘Centennials’ (es del 2004), la generación que no conoció el mundo sin internet. Ahora busca pasarse este ‘juego’ ●
Pau Navarro, 18 años, debuta como piloto y para ello era necesario que tuviera carnet
Aprendió a navegar jugando a la ‘play’ para ser copiloto a los 16 años (Dakar 2021)