Y, al fin, una noche plácida de Champions
→ el madrid no necesitó recurrir a la épica porque el liverpool nunca fue una amenaza
→ Un Real Madrid firme, convincente y ambicioso hizo más que bueno el 2-5 de la ida en Anfield para someter a un Liverpool que se quedó muy corto y sin colmillo en el Bernabéu. El estadio blanco, acostumbrado al éxtasis épico de las remontadas de la pasada Champions en Chamartín ante PSG, Chelsea y Manchester City, vivió una noche extrañamente plácida para hacerse un hueco en el sorteo de los cuartos de final que se celebrará el viernes.
El club blanco, por cierto, tuvo un bonito gesto con el Liverpool como deferencia por el homenaje que le brindó a Amancio en Anfield en el día de su fallecimiento. Tras el encuentro sonó el eterno You’ll Never Walk Alone por la megafonía del Bernabéu, un hecho inédito.
El Liverpool quiso buscar la proeza pero la épica, en la Champions, parece que es marca registrada
el equipo de Ancelotti controló el desenlace de la eliminatoria sin sufrimiento
de un Real Madrid que desde el arranque no se dejó intimidar por el previsible ataque en tromba red. Salvo algún aviso de Darwin y la constante amenaza de Salah, el equipo de Klopp pasó de puntillas por el Santiago Bernabéu en buena medida porque Ancelotti acertó de lleno con un planteamiento valiente pero basado en la fiabilidad defensiva que otorgan los Militao, Rüdiger, Nacho y Courtois. Caso aparte es el de Carvajal, por cuya zona encontró una rendija el Liverpool que no supo aprovechar para meterse en la eliminatoria.
Por el medio, el temple de los eternos Kroos y Modric, escoltados por el entusiasmo de Camavinga, sirvió para secar la presión de un Liverpool escaso de recursos en toda la eliminatoria. El alemán y el croata conocen al dedillo una competición que no tiene secretos para ellos. Sin Casemiro y tampoco con Tchouaméni, adelantado por Camavinga, Kroos y Modric siguen marcando diferencias en la Copa de Europa. Mención especial merece también la actuación del joven centrocampista francés, indetectable para la presión adelantada de un Liverpool nunca dio la sensación de tener el poder de meterse en la eliminatoria.
La bestia negra del liverpool
El Madrid certificó una vez más que es la bestia negra del Liverpool, al que ha eliminado las últimas cuatro veces que se han encontrado. En el recuerdo sigue presente la victoria en las finales de París y Kiev y en 2021 ya les apearon en los octavos. Esta vez, como en aquella eliminatoria pandémica (3-1 en Valdebebas, 0-0 en un Anfield vacío), el Madrid no dio opción a los muchachos de Klopp en una noche, por fin, tranquila en el Bernabéu. Con el Clásico a la vuelta de la esquina, el Madrid superó el trámite con entereza y sin recurrir, por ahora, a la épica ●