La plantilla que viene
No será fácil reforzarse porque la situación del ‘fair play’ es complicada, pero el Barça debe hacer todo lo que esté en su mano para mejorar su plantilla en verano. Tiene una parte muy importante apuntalada, la zona de defensa y portería. De hecho, gracias a ese fortalecimiento defensivo se tiene encarrilada la Liga, aunque hay que rematarla. Pero un equipo con Koundé, Araujo, Christensen, Balde y Alba, con un gran Ter Stegen bajo palos, da seguridad. Quizás faltaría un lateral derecho potente, pero hay que mirar si la manta que hay para taparse en materia de fichajes es corta o larga. Si es corta, y puede que lo sea, la prioridad es fichar calidad y definición. Y si Koundé pone mala cara por jugar de lateral, mala suerte. Tampoco son tantos partidos y a Vinicius siempre se lo come Araujo sin rechistar y con una gran actitud. El francés, que se esmere en no dejar una acción rara en cada partido porque calidad y condiciones le sobran.
También en ese sentido, Christensen debe quedarse. Es un fichaje que es un bingo y con lo que cuesta fichar un central de calidad ahora no es cuestión de sacrificarlo.
VOLVIENDO A LA MANTA DE LOS FICHAJES,
que no parece que vaya a ser muy larga, insistimos: cubierta la zona defensiva, toca taparse en la media y en el ataque. En la medular, el último pase y la genialidad depende mucho, demasiado, de Pedri, y las lesiones le han lastrado, como el año pasado. Arriba, Lewandowski empezó muy bien pero tras el Mundial su rendimiento goleador ha bajado. Se le nota incluso en el humor cuando no marca, que es de perros. A Dembélé se le echa mucho de menos por su desequilibrio y va siendo hora de que vuelva. Raphinha tiene buenos números para ser su primer año pero en los partidos grandes le ha costado romper. A Ferran le está costando mucho demostrar su calidad, que la tiene y que en la selección se vio muchas veces. Ya Ansu, tras sus muchas lesiones, le falta confianza y recuperar aquel idilio casi sobrenatural que tenía con el gol.
CONCLUSIÓN: SI TIENES BUENA DEFENSA
pero arriba eres ultradependiente de dos o tres jugadores como Lewandowski, Pedri y Dembélé, mal asunto. Quizás te dé para los títulos domésticos, pero no para ir por Europa aspirando a no caer a las primeras de cambio. Ahí toca hacer el esfuerzo y también los sacrificios, por dolorosos que sean ●