Van der Poel doma el ‘Infierno’
→ Aprovechó el pinchazo de Van Aert a 15 kilómetros del final para marcharse solo a por su primera Roubaix y su cuarto ‘monumento’
→ Primero en la Milán-san Remo, segundo en el Tour de Flandes, que ya había ganado en 2020 y en 2022 y, ayer, primero en la París-roubaix. Mathieu van der Poel (Alpecin-deceuninck) es un corredor de grandes escenarios y lo volvió a demostrar al rematar el esperado duelo a dos contra Wout van Aert (Jumbovisma) en el ‘Infierno del Norte’.
Lo hizo en una resolución inesperada, decidida con un pinchazo de Van Aert a quince kilómetros del final, justo cuando Van der Poel lanzaba un ataque. Pero el lance fue la puerta para que el neerlandés se llevara el tercer ‘monumento’ del año y ampliara una lista en la que solamente le faltan la Liejabastoña-lieja y el Giro de Lombardía. Van Aert entró a 46 segundos, en un sprint por la segunda plaza que se llevó Jasper Philipsen para completar el doblete de su equipo.
Fue una jornada gloriosa para el Alpecin-deceuninck, gran triunfador entre los 256,6 kilómetros entre Compiègne y Roubaix, curtidos de veintinueve tramos de adoquines para desafiar la estabilidad de los ciclistas. Varios sufrieron para mantenerla, como Kasper Asgreen o el propio Van Aert, quien tuvo que cambiar de bicicleta a 110 kilómetros para el final. Con Jumbovisma controlando la carrera, su pinchazo fue el acicate para que esta se lanzara.
Con un grupo de escapados por delante, Van Aert y Van der Poel aceleraron para ganar puestos en los duros tramos de pavé. Varios ciclistas se les unieron para que a 90 kilómetros de meta se asentara el grupo principal, con los Alpecin Gianni Vermeesch y Philipsen apoyando a Van der Poel y, además, Van Aert, Stefan Küng (Groupama-fdj), Juri Hollmann (Movistar), Jonas Koch (Borahansgrohe), Mads Pedersen (Treksegafredo), Sjoerd Bax (UAE Emirates), Filippo Ganna (INEOS Grenadiers), John Degenkolb (DSM), Max Walscheid (Cofidis) y Laurenz Rex (Intermarché). Un grupo reducido comandado por Christophe Laporte (Jumbo-visma) se quedaba a un minuto de distancia, pero acababa siendo engullido por el pelotón. La posición del Jumbovisma, por lo tanto, era comprometida en la fuga, con Van der Poel muy apoyado y Van Aert sin compañeros.
Cuarto triunfo en ‘monumentos’ tras derrotar a un Van Aert que pinchó en la parte final
De la caída al cara a cara
Sabía Van der Poel que, bien acompañado, podía tomar la responsabilidad para tratar de reducir el grupo delantero. Lo lograba, con Van Aert, Küng, Ganna, Philipsen, Pedersen y Degenkolb como únicos que lograban salirle a rueda a falta de nueve tramos de adoquines.
Pero Alpecin seguía tensando la carrera. Así, a diecisiete kilómetros del final, llegaba el momento decisivo. Van der Poel trataba de colocarse en la zona central del tramo de pavés que atravesaban los ciclistas y Degenkolb se quedaba encerrado en la parte lateral y caía tras chocar con un espectador. Entre la confusión, Van Aert lanzaba su ataque a dieciséis kilómetros del final.
Van der Poel se marchaba con él hasta que, pocos metros después, el belga pinchaba. Esto permitía que el neerlandés se lanzara en solitario a por una victoria que deseaba desde hace tiempo, con un tercer y un noveno puestos previos en la prueba. Van der Poel, el ciclista de las grandes clásicas, es el nuevo domador del ‘Infierno del Norte’ ●