MUCHO TAVARES
→ Una colosal actuación colosal del pívot (41 de valoración) permite al Real Madrid seguir vivo → El Partizan empezó a todo gas (41-26) pero el caboverdiano y Williams-goss cambiaron el duelo
→ El Real Madrid sobrevivió al infierno de Belgrado y se mantiene vivo en su playoff de cuartos de final de la Euroliga contra el Partizan después de imponerse en un Stark Arena hasta la bandera (20.091 espectadores) por un ajustado 80-82. Los blancos se sobrepusieron al impacto emocional de los primeros minutos, que les llevó a encadenar errores hasta ceder por 15 puntos ya en el primer cuarto (32-17), para acabar rehaciéndose en base a su mayor calidad y a un jugador absolutamente determinante en el basket europeo: Walter Tavares.
El pívot caboverdiano, que no pudo jugar los últimos 17 minutos del segundo partido ni el choque ACB del domingo, forzó su rodilla para jugar como fuera y el riesgo le valió el triunfo al Madrid. Tavares condicionó por completo el encuentro con 26 puntos, 11 rebotes, 3 asistencias y 41 de valoración en casi 36 minutos en pista. En él se apoyó el Real Madrid para su remontada en el segundo cuarto (del 41-26 al 41-37 con 8 puntos suyos) y en él volvió a hacerlo para decidir un final muy tenso, igualado y emocionante. Una canasta suya acabó con la última ventaja serbia a 2:16 del final (77-77) y acabó redondeando su excelsa actuación con un rebote ofensivo ya en el último minuto que dio paso al triple de Nigel Williams-goss que, a 24 segundos del final, le dio tres cuartos de la victoria al Madrid (77-80).
El base estadounidense fue el otro gran responsable de que el Real Madrid siga vivo en esta Euroliga. Ante su antigua afición Williams-gosss jugó seguramente su mejor partido con la camiseta del Real Madrid, anotando con regularidad cuando muchos de sus compañeros se veían superados por la presión. Su triple final fue el colofón a un partido fantástico.
La tercera gran clave de la victoria blanca fue la defensa zonal dostres ordenada por Chus Mateo en varias fases del encuentro, que logró despistar, y mucho, a un ataque del Partizan que había empezado a toda máquina de la mano de dos secundarios habituales como el base Yan Madar (12 puntos) y el pívot Alen Smailagic (15).
El Madrid volteó el marcador hasta llegar a ponerse cinco arriba a principios del último cuarto (6368) pero no supo rematar el trabajo por culpa de sus recurrentes errores desde el triple. El Partizan, que ya acusaba mucho las ausencias de Punter y Lessort, tiró de orgullo en la recta final para compensar su falta de ideas pero Tavares y Williams-goss frustraron su sueño de sacar a la primera su billete hacia la Final Four de Kaunas. Mañana los serbios tendrán una segunda oportunidad ●