Un Informe+ para noquearte
Informe+ sigue el ascenso del luchador de artes marciales mixtas Ilia Topuria
Hacía semanas que un Informe+ no nos hacía levantar las cejas y provocarnos asombro sobre lo que estábamos viendo. Sea cual sea la sensibilidad del espectador que se enfrente a ‘Ilia Topuria, El Matador’, seguro que hay motivos para experimentar curiosidad, perplejidad, consternación o estremecimiento. Quizá cada uno perciba estos sentimientos en instantes distintos de la historia en función de lo familiarizado que esté con el protagonista y su deporte.
El programa de reportajes se acerca a una de las estrellas de las artes marciales mixtas, el hispano-georgiano Ilia Topuria, alias El Matador. Las cámaras de Informe+ son testigos de su ascenso a la UFC desde una proximidad absoluta al protagonista y a su equipo. Hay varias maneras posibles de acercarse como espectador a este documental. Los expertos y aficionados pueden hacerlo desde la más absoluta fascinación y entrega, descubriendo detalles de la personalidad del protagonista y los entresijos de su preparación como luchador. Sobre todo, con el mérito añadido que las cámaras consiguen hacerse invisibles dentro del equipo de Topuria. Es como si no existieran y todos se comportan -en la medida de lo posible- ajenos a esta observación. Los neófitos y los que desconozcan por completo al protagonista pueden ver el documental, por un lado, desde la simple curiosidad por el ambiente y singularidad del mundo que rodea a este deporte. Y así es posible que se vean arrastrados por una historia que, por la violencia de la lucha y los niveles de testosterona, les genere algo de rechazo o escepticismo. O, por otro lado, puede que experimenten cierta necesidad de saber cómo evoluciona el personaje. Y aquí es donde van a quedar atrapados. Magnífico, por cierto, el juego con las imágenes de la infancia. A medida que el protagonista está más cerca de su velada en Las Vegas, el combate que lo tiene que catapultar a lo más alto de la UFC, el relato deviene delirante, raro y sorprendente. Es inevitable que, mientras unos espectadores queden fascinados por la heroicidad deportiva, otros desarrollen una lectura más fría, distante y perpleja. Los protocolos vinculados al pesaje y horas previas al gran combate son tan grotescas e insólitas que necesitas llegar al final. ‘Ilia Topuria, El Matador’ tiene el poder, sin duda, de noquearte ●