Primavera en Newcastle
Impulsada por la trayectoria del club, la ciudad renace con ilusión y la afición se entrega al equipo de Eddie Howe para llenar el domingo el Saint James’s Park ante el Arsenal
Los días de abril y mayo son siempre nubosos en el noreste de Inglaterra. Suele llover, pero este año extrañamente luce a ratos el sol, y la primavera se vive en toda su plenitud en Newcastle, como un insólito despertar de alegría. Este ‘cambio climático’ también lo ha traído el equipo de fútbol, cuya trayectoria ha hecho renacer todo el entusiasmo dormido de esta ciudad postindustrial, golpeada también por la crisis económica que sacude todo el Reino Unido. Ahora se respiran tiempos de bonanza en la capital del Tyne, recuperada la sintonía entre afición y jugadores, gracias al enorme trabajo del inglés Eddie Howe.
La elección del entrenador inglés, nacido en Amersham, ha sido un rotundo éxito, incluso algo inesperado, por su rapidez, para los nuevos propietarios árabes del club –el fondo soberano saudí Public Investment Fund (PIF) (80%) y sus socios PCP Capital Partners y RB Sports & Media (20%)–. Los métodos de trabajo de Howe han calado profundamente en el club, por su disciplina y organización. El ex entrenador del Bournemouth ha encajado a la perfección en las apremiantes exigencias que tenía el Newcastle. Ha convencido no sólo por su capacidad de trabajo, sino también por su forma de ser discreta y directa con los jugadores, y por cómo ha logrado un gran ambiente en torno al club, unido como en los tiempos de Kevin Keegan. Para resaltar la calidad de su trabajo, acaba de ser nominado para el premio Barclays Manager of the Month de la Premier League del mes de abril, junto a Guardiola, O’neill y Hodgson.
Después de algunos problemas de rendimiento por las ausencias de Guimaraes y Joelinton, y superado ya el impacto que tuvo la derrota en la final de la Carabao Cup, los ‘magpies’ viven ahora el mejor momento del año, pletóricos de confianza y autoridad en el campo. Han ganado seis partidos durante el mes de abril, con tres goleadas impactantes (1-5 al West Ham, 6-1 al Tottenham Hotspur en Saint James’ Park y el 1-4 ante el Everton, en Goodison Park). Al margen de su acierto goleador, en el que Isak y Callum Wilson están teniendo un papel decisivo, el Newcastle de Howe se ha hecho fuerte gracias a su excelente defensa. Sigue siendo el equipo menos goleado de la Premier, con 27 goles, en una línea fija para Howe y de mucha altura, que junto al portero internacional Pope forman Trippier, Schar, Botman y Burn.
Planes de futuro
Los ‘magpies’ no habían encadenado una racha de resultados tan positiva en años, con lo que han desatado la euforia de la siempre animosa y singular afición ‘geordie’ .
El Newcastle ha ganado también en el último mes al Manchester United, Brentford y Southampton, anotando la impactante cifra de 22 goles. Una etapa ilusionante, que transmite el poder del equipo y su confianza, y que se ha trasladado también a la ciudad del Tyne, emocionada como nunca ante el futuro. Son terceros en la Premier y prácticamente tienen asegurada la plaza para jugar la Liga de Campeones, antes de afrontar el domingo un vibrante partido ante el Arsenal. La expectación en torno al equipo se vive hasta en los entrenamientos.
Cuando se visitan las instalaciones del Newcastle, en Darsley Park , sorprende ver las excavadoras y montones gigantes de arena alrededor de los campos, que forman parte de los trabajos de remodelación en las obras de acondicionamiento y mejora, el día a día de los planes de futuro que ya obsesionan al club para poder codearse con los ‘grandes’.
La clasificación para la Champions League va a ser un punto de inflexión para los ‘magpies’, que preparan ahora un plan de inversión en la plantilla para aumentar su competitividad y mantenerse en la élite inglesa. El Newcastle quiere atraer a figuras de primer nivel, sobre todo para su mediocampo, y la clave es jugar la Champions.
“Tenemos la oportunidad de lograr algo realmente especial”, ha dicho Howe, antes de jugar contra el Arsenal, entre prudente y concienciado de la responsabilidad que tienen por delante.
La clasificación para la competición de clubs más importante de Europa no solo le daría al Newcastle un mínimo de 25 millones de euros por llegar solo a la fase de grupos, sino que también atraería los acuerdos comerciales imprescindibles para que el club cumpla con el Fair Play financiero, que ahora restringe su margen de maniobra en el mercado de fichajes de la Premier. En paralelo, la propiedad saudí negocia la compra de un club filial, para crear una estructura que, en palabras de su directora ejecutiva Amanda Staveley, permita “más oportunidades de hacer crecer Newcastle y nuestra marca”. Hace algunos años, la única expectativa que tenía la afición del Newcastle con el expresidente Mike Ashley era conformarse con la mediocridad, en sintonía con el clima gris de la ciudad. No había inversión, y si algo podía salir mal, salía mal en los resultados. Esa negra travesía ha hecho escuchar aún entre su afición muchos chistes sobre esa etapa del pasado. Y no es extraño que ahora la ciudad y el club, con una sequía de trofeos de 54 años, vivan con esperanza la marcha del nuevo equipo dirigido por el mesurado y metódico Howe. Esa recuperada comunión entre afición y equipo se verá el domingo en las gradas llenas de Saint James’ Park para ver al Arsenal. Los ‘geordies’ del noreste inglés, apegados a las tradiciones locales, son muy apasionados con el Newcastle y siempre tienen presente a sus referentes, como a las viejas palabras de uno de sus ilustres entrenadores, sir Bobby Robson. Él solía repetir que cuando Newcastle estaba unido tenía una doble fuerza. Aunque haya sido con el dinero árabe, en Tyneside la llegada de la primavera ha traído una ilusión renovada ●