Milán se prepara para la fiesta y para el disgusto
→ El Inter lo tiene todo de cara para clasificarse para la final de la Champions tras el 0-2 de la semana pasada
→ Entre la euforia y el miedo a perder apenas hay un pequeño paso. La plaza del Duomo se prepara para una noche de contraste: Inter y Milan escenifican su rivalidad en un derbi en el que se va a dirimir el que alcanza la final de Champions. Un contexto de fondo que hace de este enfrentamiento un encuentro con muchas aristas. La ciudad, polarizada, asiste a un momento histórico en el Giuseppe Meazza.
El Inter lo tiene todo de cara para sellar su presencia en Estambul después del 0-2 de la semana pasada. El Milan, sin embargo, no ha dicho su última palabra: “El equipo está preparado”, subrayó ayer Stefano Pioli, que se debate entre el todo o la nada. Cuestionado por el derrumbe que ha sufrido en la Serie A estas últimas semanas, el entrenador italiano sabe que solo la carta de la Champions le puede salvar del destino fatal.
Simone Inzaghi no quiere dejarse llevar por la inercia de lo que ocurrió en la ida. A pesar de todo, el Milan no va a dimitir tan pronto: “No hay que especular ni confiarse. Conocemos a nuestro rival y tenemos que salir a la cancha con seriedad y respeto”, dijo el preparador de un Inter en el que a priori Lautaro Martínez y Dzeko van a repetir en la zona de ataque. Lukaku, cada vez mejor, aguardará su oportunidad desde el banquillo.
La gran noticia para el Milan es que Rafael Leão entra finalmente en la convocatoria tras perderse el choque de la semana pasada por problemas musculares: “Si no cambia nada, está en condiciones de ser titular”, aseguró ayer Stefano Pioli, que se aferra al talento y al desequilibrio del portugués, a la magia de Brahim y al olfato de un infatigable Giroud. En una noche complicada, la experiencia del francés aporta sin duda valor añadido.
Han tenido que pasar muchos años para que Italia se sienta fuerte y autoritaria en Europa. Y el Inter,
las claves el respeto del Inter 1 La renta del 0-2 de la ida ayuda, pero Inzaghi ha repetido al grupo que no quiere que se dé por hecho el pase
como el Milan, quiere capitalizarlo. El cuadro rossoneri recaudó cerca de 10 millones y medio de euros en taquilla, la cifra más alta de la historia de San Siro. Esta noche esa cantidad puede verse superada y alcanzar los 12 millones de euros, ya que el propietario del Inter, Steven Zhang, ha fijado precios aún más altos para entrar al Giuseppe Meazza.
El Inter necesita a su gente para rematar la faena. Con el recuerdo de ese equipo inolvidable que firmó el triplete en 2010 de la mano de Mourinho, el de ahora de Inzaghi quiere seguir el mismo ejemplo y sellar su pasaporte para la final de Estambul. Enfrente espera un Milan esperanzado con conseguir el milagro. Si el Liverpool fue capaz de remontarle un 3-0 en la final de 2005, esta vez puede ser el cuadro de Stefano de Pioli el que sorprenda al mundo.
Compartir ciudad no es fácil cuando dos vecinos que tienen tanto en común se juegan un sitio en la final de la Champions. El amor propio y el prestigio también cobran su importancia en un partido que catapultará a uno y enterrará a otro, caprichoso y despiadado como es el destino. En la noche más significativa para Milán, la plaza del Duomo se prepara para la fiesta pero también para el disgusto. Solo puede sobrevivir uno ●
el Milan no se rinde 2 Stefano Pioli sabe que una derrota le puede dejar al borde del abismo