¿Rearbitrar o no rearbitrar?
La retirada de la roja a Vinicius nos acercó más al true-crime que al análisis
Rearbitrar o no rearbitrar? Esta es la cuestión. Ayer, en los espacios deportivos, pudimos contemplar las distintas reacciones a la decisión del comité de competición de retirar la tarjeta roja a Vinicius . En
Deportes Cuatro el titular rezaba: ‘Insólito: le quitan la roja’. Manu Carreño eracontundente:“esto no es luchar contra el racismo. ¿Las decisiones arbitrales se van a rearbitrar ahora en los despachos del comité de competición?”. En Telecinco ,un J.J. Santos que se mantuvo muy vehemente a lo largo de todo su informativo, lo calificó de ‘puro disparate’. En cambio, el vídeo que seguía a continuación asumía con lógica la situación: “Los jugadores del Valencia no reciben sanción y el comité no puedo rearbitrarlo. Lo que sí puede hacer es retirar la sanción. Un hecho sin precedentes”. Curioso. No se puede sancionar, porque sería rearbitrar. En cambio, retirar una sanción se considera otra cosa que no es rearbitrar. Dudoso criterio.
En Jugones, en cambio, parecían complacidos con la decisión a juzgar por el titular que aparecía en la pantalla: ‘Competición retrata al VAR’. La retirada de la roja a Vinicius era la culminación de anteriores batallas. No solo había la satisfacción de hacer justicia con el jugador, sino que, después de años cargando contra los árbitros y su VAR, la marcha atrás era la estocada que estaban esperando contra el colectivo arbitral. En el programa repasaban las imágenes en la sala VOR sobre cómo habían revisado el vídeo y lo enseñaban como si se tratase de un true-crime. Más allá de una pregunta en rueda de prensaa Xavi, donde le preguntaban si le preocupaba que la resolución sentara un precedente en el fútbol, en Jugones ni se lo plantearon como reflexión deportiva. No fueron más allá del interés de esa jugada y no tuvieron en cuenta las consecuencias a largo plazo. Es más, conociendo la lucha que han mantenido contra el VAR y los árbitros en Jugones, la rectificación del comité de competición les abre una nueva puerta a futuras presiones.
Mediáticamente, la retirada de la tarjeta roja va a servir para cuestionar aún más las imágenes seleccionadas por el VAR y el criterio de los árbitros. Y para conminar al comité de competición a que rectifique después. El cuento de nunca acabar ●