Lamine Yamal necesitaba una noche como la de ayer
La victoria de España en Chipre (1-3) no pasará a la historia. Ni tan siquiera por dejar a la Roja a un punto del liderato final del grupo. Del partido se acordarán los tres debutantes: Grimaldo, Riquelme y Aleix García. Y también Lamine Yamal, que necesitaba una alegría. Tras verse envuelto, sin comerlo ni beberlo, por el ninguneo mundialmente viral de Lewandowski, lo mejor que le podía pasar, para cerrar esa carpeta, era ser titular con España y marcar un gol. Y pasaron las dos cosas. De la Fuente le puso en el once inicial, por delante de Ferran Torres, y a los cinco minutos de encuentro, Lamine Yamal ya había marcado su tanto. Un gol con la zurda, con algo de Maradona y con mucho de Messi. Sentando al portero en el control, sentando luego a un defensa y mandando el balón a la red en el palo corto, sin necesidad de pegarla a romperla. Es un gol muy Lamine Yamal que, curiosamente, en el Barça se le resisten. A pesar de haber disputado los 17 partidos oficiales con Xavi, la joven perla solo ha marcado un tanto, mientras que con España ya lleva dos. Luego, tras el gol, no pudo brillar. El césped alto le dificultaba el uno contra uno que intentó sin demasiada suerte. Para un joven de 16 años es básico jugar, coger minutos de vuelo y curtirse en el fútbol profesional. Ya llegará su momento de explosión. Poco a poco. Sin prisa pero sin pausa. Cuando Messi, tras recibir su octavo trofeo que le acredita como el mejor, dijo que “Lamine acabará peleando por el Balón de Oro” no pareció un vaticinio cualquiera. Pero el tiempo verbal, un futuro indefinido, es importante tenerlo presente ●