Con el espíritu de Gavi

Sin que suponga un vaticinio firme sobre su rendimiento en lo que resta de temporada, el encuentro del sábado en Vallecas supondrá para el Barça un barómetro sobre su futuro inmediato.

Catorce días después del épico 1-2 del Girona (la comparación será obligada), el Barça visita un rival al que no ha podido vencer en sus últimas cuatro confrontaciones, porque es de aquellos que se le indigestan: corre mucho, nunca se rinde y sabe aprovechar los errores del rival. Al menos, eso ocurrió con Iraola en el banquillo, que le tomó la medida al Barça de tal manera que de cinco partidos solamente perdió uno, en Copa.

En Liga, un empate y tres victorias. La primera de éstas supuso la destitución de Koeman, pero ahora es Xavi, que no ha logrado ganar al

Rayo, con un balance de dos derrotas y un empate, el que está en peligro. La lesión de Gavi habrá supuesto un golpe moral para la plantilla, pero no es excusa ante un equipo que, entrenado ahora por Francisco, sólo ha ganado uno (2-0 al Alavés) de los seis partidos que ha jugado en casa. Los demás, tres empates y dos derrotas, destacando un 0-7 ante el Atlético. Después del paréntesis por el virus FIFA cabe suponer que Xavi habrá preparado retoques tácticos, a fin de no caer donde su antecesor cavó su fosa. El resultado es ahora lo único que importa, porque el futuro inmediato no deja margen para error con Atlético y Girona tras Vallecas. El espíritu de Gavi y su denuedo espartano han de servir de estímulo para no tener la Liga perdida, o casi, ya antes de Navidad