COMPLICADO ENCAJE
→ El impacto de las nuevas incorporaciones del Barça aún no acaba de ser el deseado y el equipo no nota una mejora excesiva con ellos en la cancha
→ El FC Barcelona arrancó su andadura en la temporada 2023/24 a mediados del pasado mes de septiembre, coincidiendo con la disputa de la Lliga Catalana. Por esas mismas fechas, el club azulgrana presentaba ‘en sociedad’ sus cuatro fichajes de relumbrón de cara a reforzar el nuevo proyecto comandado por Roger Grimau, fichado como sustituto de Saras Jasikevicius.
Y no eran unas incorporaciones cualquiera: Willy Hernangómez, pívot internacional procedente de los Pelicans de la NBA y MVP del último Eurobasket; Jabari Parker, todo un ex. nº2 del draft de la NBA, aunque una incógnita por llevar mucho tiempo sin jugar; Joel Parra, referente del Joventut en los últimos años y por el que se pagó el millón de euros de su cláusula; y Darío Brizuela, uno de los mejores tiradores del panorama nacional y por el que también se desembolsó una cantidad similar a Unicaja de Málaga.
Cuando ya llevamos prácticamente un cuarto de la temporada, es un buen momento para hacer un primer balance y lo cierto es que a los nuevos les está costando encontrar su sitio.
Quizás, por las altas expectativas que generó su fichaje, el caso más destacable es el de Willy Hernangómez. A pesar de que, entre Supercopa Endesa, Liga Endesa y Euroliga, solo ha sido titular en 3 de los 20 partidos oficiales disputados hasta el momento (todos ellos en competición doméstica), el pívot internacional lidera el equipo en valoración (15.2), puntos (13.2) y rebotes (6.2) en liga, y en la Euroliga también firma unos más que interesantes números (10.9 puntos, 4.7 rebotes y 11.3 de valoración).
Pero lo cierto es que si miramos la estadística avanzada, en concreto el +/- (diferencia entre los puntos anotados y encajados por el equipo mientras el jugador está en pista), nos encontramos un dato sorprendente: -0.9 en Euroliga y +1.2 en Liga Endesa, para una media de solo +0.2.
Es decir, que por mucho que Willy aporte en ataque, el equipo ‘sufre’ en defensa con él en la pista y su presencia no sirve, por ahora, a los azulgrana para marcar las diferencias que de él se esperan.
Otro caso digno de mención es el de Jabari Parker. A pesar de las dudas que generaba su fichaje, por su historial de lesiones y por no jugar un partido oficial desde hacía más de un año y medio, la calidad del alapívot estadounidense no admitía discusión alguna.
Tras un inicio algo irregular, el ex NBA parece que, partido a partido, va encontrando su sitio en la rotación del equipo azulgrana.
En Euroliga está ofreciendo su mejor versión (9.4 puntos, 4.7 rebotes y 9.8 de valoración) y cada día aporta algo más en ambos lados de la cancha. Y el equipo, eso, lo nota: +5.2 con él en pista. En la Liga Endesa, su protagonismo es más discreto, y su impacto es mucho menor (+2.6), pero en la media de la temporada (+3.8) su rendimiento es algo mejor que el de Willy y se sitúa en la zona media de la plantilla del FC Barcelona.
Los ‘veteranos’, todo un seguro
Aún así, las cifras de los dos fichajes más mediáticos de este verano están bastante alejadas de las de otros jugadores con más recorrido y ascendencia en la plantilla azulgrana, como es el caso de Vesely (el mejor de todo el equipo en el +/-, con un +8 de media, destacando su +9.7 en Euroliga), Abrines (+5.5, siendo el me jor azulgrana en Liga Endesa, con su +6.4), Kalinic (+4.9), Satoransky (+4.8) o Laprovittola (+4.3).
Un caso aparte es el de Joel Parra y Darío Brizuela. El primero, a pesar de ser ya el líder del Joventut la temporada pasada, es un jugador joven y una apuesta del club azulgrana a medio/largo plazo.
Sus números en la Liga Endesa son más que correctos (6.8 puntos y 3.7 rebotes, para un 8.7 de valoración), pero su impacto en el +/- del equipo es negativo: -0.6 con él en pista. Y la cosa empeora en la Euroliga, tanto en sus números personales (1.5 y 2.6), como en la estadística avanzada (-1.2). En ambas competiciones es el miembro de la plantilla (exceptuando a Paulí, último en la rotación de Grimau) que peores números presenta y, junto a Nnaji, el único ‘en negativo’ general (-0.9).
Y por último, el caso de Darío Brizuela. A priori, parecía que el explosivo escolta vasco tenía todos los números para adaptarse: su rol, de revulsivo desde el banquillo, ya era, más o menos, el que tenía en las filas de Unicaja.
Pero Brizuela se está encontrando con un problema habitual en los tiradores: van por rachas y, hasta ahora, no le están entrando los tiros (4.8 puntos, con un 36% en T3 en Liga Endesa y un pobre 17% en Euroliga). A pesar de eso, la ‘Mamba Vasca’ sí que está consiguiendo que el equipo rinda algo mejor cuando está en pista y presenta un modesto +1.9 con él en la cancha.
Pese a todo, recordar que tan solo estamos a finales de noviembre y Grimau tiene aún tiempo por delante para conseguir que los nuevos tengan un papel más importante dentro de sus esquemas. El tiempo, y los resultados, lo dirán ●
Willy, Parker, Parra y Brizuela, todavía sin un rol decisivo en el Barça de Grimau