Churchill en Montjuïc
No hay mejor manera de celebrar el 124 aniversario del Barça. Si lo de anoche era una final, que lo era, se ganó. Todos los objetivos cumplidos: Victoria ante el Oporto, clasificación para octavos de la Champions, primeros de grupo y todavía le sobra un partido. Sobre si es un punto de inflexión, en el fútbol del Barça, todavía es pronto para decirlo, pero sí que el Barça, tras el 0-1, sacó una de las mejores versiones de la temporada. 20 remates a puerta, ante el campeón portugués, es un dato que lo demuestra. Sir Winston Churchill decía: “esto que llamáis suerte, no existe. La suerte es la atención a los detalles”. Y los detalles empezaron, anoche, con un Xavi poniendo sobre el campo al mejor once posible. Y sí, con tres centrales y con Cancelo en la izquierda. El detalle fue, precisamente, poder empatar el marcador solo dos minutos después del mazazo del 1-0, justo cuando los aficionados de Montjuïc estaban a punto de estallar. Otro detalle, un Araujo sublime salvó el 1-2 en la única jugada de peligro de los portugueses en el segundo tiempo. Y es que un equipo donde el uruguayo es el capitán, mantiene un espíritu y una garra que no tiene sin él en el campo. Detalle determinante, por fin, la actuación de Joao Félix, que tras marrar tres disparos a bocajarro, en su toque más sutil logró el gol que acerca el Barça a Wembley. Otro detalle importantísimo: Iñaki Peña sacó un sobresaliente en la noche más difícil. El partido era, también para él, una patata muy caliente. Pues, además de tres paradones salvadores, estuvo tranquilo e impecable jugando con el pie desde atrás. Detalle es poder tener a un centro del campo con De Jong que se pone el equipo a la espalda y con un Pedri que, sin aparecer en el segundo tiempo, fue el jugador que más corrió de los 29 que estuvieron sobre el césped (más de 13 kilómetros). El detalle de tener un Raphinha que jugó, de largo, el mejor partido de la temporada. Muchos detalles muy positivos. Al fin y al cabo, los errores de entrega de Koundé –uno por parte, como de costumbre– y otro partido tosco de Lewandowski –como ya empieza a ser habitual– no penalizaron y el Barça logró uno de los objetivos de la temporada. Cuando se trabaja bien, los detalles acostumbran a caer de tu lado y no hace falta buscar excusas. Bravo. El Barça muy vivo en las cuatro competiciones ●