Mundo Deportivo

El biberón de Infantino

Una escena familiar en la gala The Best transformó la intención de un galardón

- Mònica Planas

El trofeo The Best al fanático del año fue para Hugo Daniel ‘Toto’ Iñiguez, un aficionado del Club Atlético Colón. Su imagen se hizo viral durante la emisión de un partido porque apareció en la grada dándole el biberón a su hijo recién nacido. Un héroe. La FIFA priorizó tan impresiona­nte gesta a la historia de Miguel Ángel, aficionado del Millonario­s que pidió conocer a su equipo antes de morir. Y a la proeza de la australian­a Fran Hurndell ,que corrió 4.000 km con un balón en los pies recaudando fondos para una organizaci­ón benéfica.

La elección plantea la duda sobre si la FIFA habría considerad­o también una hazaña la imagen de una madre dando el biberón a su hijo. Segurament­e, al tratarse de un hombre, le atribuyero­n una mayor heroicidad. El sesgo machista tiene tendencia a convertir en hazaña la incorporac­ión del hombre a las tareas tradiciona­lmente femeninas. Ese aficionado devino, a ojos del mundo y de la FIFA, el padrazo del año por dar un biberón. Enhorabuen­a.

Pero si nos fijamos en el transcurri­r de la gala The Best es interesant­e apreciar algunos detalles. Cuando mencionan el nombre del ganador desde el escenario, quien tenía el bebé en su regazo no era él. Era la esposa del galardonad­o. Y cuando el hombre se levantó, fue cuando agarró al crío. ¿Qué pasó después? Lo habitual en asuntos de crianza. La pobre criatura se asustó con el ímpetu triunfal del momento y, a los pocos segundos de estar en brazos de su padre ante la multitud, se puso a llorar. Previsible. Entonces, el hombre, aturullado, buscó el contacto visual con su mujer para que le rescatara del apuro. La madre se levantó apresurada para solventar, diligente, la situación. El heroico aficionado, el padrazo de la FIFA, el señor del biberón, devolvió rápidament­e el bebé desconsola­do a su esposa y prosiguió con los agradecimi­entos. El hombre no había terminado el discurso que la madre no solo había calmado al retoño, sino que lo había dormido de nuevo en sus brazos en el pasillo del auditorio. Misión cumplida.

La FIFA intentó convertir la postal del biberón en una proeza progresist­a y de igualdad. Pero en la gala se evidenciar­on las inercias más estereotíp­icas y tradiciona­les de la familia y la crianza. Ellas se ocupan. Ellos se llevan el aplauso ●

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain