Badosa recupera el nivel a una velocidad de vértigo
→ Se ha sorprendido a sí misma por los dos buenos partidos ganados tras la lesión
→ Nada se aprecia más que cuando no se tiene. Bien lo sabe Paula Badosa, que durante seis meses sufrió la incapacidad de una lesión en una vértebra. De las que impiden mucho trajín, que llevaron al sofá más tiempo de lo deseado a la hiperactiva gerundense.
Ha pasado por mucho la catalana ya a sus 26 años. Campeona júnior de Roland Garros, muchas expectativas generadas que no consiguió manejar durante largo tiempo y que tambaleó su salud mental. Halló el camino después de mucho esfuerzo, encaramándose al número dos mundial, instalándose en la élite. Una fractura por estrés en una vértebra, en mayo de 2023, y vuelta a empezar.
Cayendo en el ranking hasta el puesto 100 actual. Situación de riesgo que está enmendando en el Open de Australia, cuya edición pasada se perdiera por una lesión muscular en un muslo. Tuvo esta vez tiempo para hacer una larga pretemporada. A esa labor une una pasión por el juego reforzada de tantas ganas por competir.
Un cóctel que bien agitado está provocando que Badosa sonría en Melbourne de nuevo. Acercándose a su mejor versión, la de una tenista dominante desde el saque, con mucha potencia y variedad de golpes. Una top que subsana el lógico déficit de rodaje con actitud y su clase que viene de fábrica.
Cuando Badosa se gusta y atrae, enamora. Lo ha vuelto a hacer en su tercer partido tras la lesión. Excepcional triunfo sobre la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, 6-2 y 6-3 en 1h.12’. Como ante Taylor Townsend, en dos sets y manteniendo su saque intacto.
Apabulló de entrada a Pavlyuchenkova, 32 años y nº 46. La rusa reaccionó, también ella conoce las penurias. Pasó por el quirófano a mediados de 2022 por una lesión de rodilla. Frenó una trayectoria que incluye una final en Roland Gapavlyuchenkova. rros 2021 y tres presencias en cuartos de Australia, donde Badosa tiene como mejor resultado los octavos de 2022.
Badosa voló con viento a favor, también resistió el pulso planteada por la rival. Remontó las cinco
Paula Badosa
“No esperaba jugar así de bien tan pronto, mi cuerpo estaba un poco oxidado, por lo que estoy muy orgullosa”
“Anisimova fue top-20 y jugó ‘semis’ de Grand Slam. La salud mental es lo importante, empatizo con ella”
bolas de ‘break’ en contra durante el primer set, que cerró con dos ‘aces’ tras levantar un 15-40.
Excelente la pupila de Pol Toledo en la ruidosa Pista 6. Sólida, ambiciosa, no dejó que crecieraRelajada y con las baterías cargadas, Badosa se metió en dieciseisavos con nota.
Las sensaciones fueron magníficas, la estadística lo ratifica: 31 golpes ganadores, sólo 13 errores no forzados, 9 aces y 4 dobles faltas. Refleja decisión, también liberación. Se ha soltado.
Mañana, duelo con la estadounidense Amanda Anisimova, 22 años y sólo 442 mundial porque dejó de jugar en mayo de la temporada pasada porque “se me ha hecho insoportable estar en pista. La prioridad es mi bienestar mental”, como proclamó en público.
La americana, semifinalista de Roland Garros 2019, entró en una dinámica peligrosa ya cuando perdió repentinamente a su padre y entrenador en 2020. Konstantin sufrió un infarto de miocardio a los 52 años. Ella vuelve a intentarlo en el tenis. Superó a la argentina Nadia Podoroska.
Badosa, ante otro choque inédito en el WTA Tour, el tercero seguido sin referencias previas en Australia. Está disfrutando y no hay prisas. Dos victorias, con buen tenis, ya son mucho a estas alturas para ella ●