Lingard al Barça serían más parches y malabares
La hora sublime de Jesse Lingard fue en el Mundial de 2018. Su tanto ante Panamá encumbró al centrocampista inglés que, por entonces, era titular en un Manchester United que ya iba de capa caída. Después de eso, una temporada más en Old Trafford y cesiones, sin ningún éxito, al West Ham y al Nottingham Forest donde encadenó lesión tras lesión. Jugó poco y no aportó nada. Hasta el punto que, desde el pasado verano, Lingard está sin equipo.
Por experiencia, por edad (31) y por talento, algún equipo de la Premier podría haber requerido sus servicios. El cromo suma, su fútbol parece que no tanto. Nadie lo quiso contratar y, desde entonces, Lingard mira el fútbol por la tele.
Ahora, con el Barça necesitado de un fichaje en el centro del campo por la lesión de Gavi, por la plantilla corta y por el flojo rendimiento de algunos de los centrocampistas, ha sonado Lingard para reforzar la plantilla. En el club de la improvisación constante se puede comprar pulpo como animal de compañía, pero incorporar ahora un jugador fuera de forma y sin ritmo de competición, solo porque sale gratis, porque cobrará poco y porque en Youtube hay jugadas suyas de relumbrón, no parece un criterio profesional de un club que quiera volver a la élite. En palabras de Messi, sería volver a “los parches y malabares”. Si no hay dinero, ni fair play financiero para inscribir a nadie que garantice una mejora del equipo, mejor mirar abajo. La Masía es la mejor escuela de fútbol del mundo. Si con Gavi, Fermín, Lamine Yamal la apuesta ha sido buena, ¿por qué no apostar ya por Marc Casadó en el pivote y avanzar a Gündogan?h