¿Qué pasa con Arnau Martínez?
→ El mayor activo de la cantera ha pasado de ser indiscutible a tener escasos minutos esta temporada
→ De marcar uno de los goles del ascenso a dejar de aparecer en los once, de ser indiscutible durante la pasada campaña en Primera a no entrar ni en los segundos tiempos. Arnau Martínez vive una temporada totalmente inusual en el Girona, una de esas de las que nadie espera por rendimiento y contexto respecto a la dinámica del curso pasado.
El canterano del Girona acumula cuatro partidos sin pisar el césped ni un solo minuto y sólo ha tenido protagonismo en uno de los últimos siete encuentros. Su última participación fue exactamente hace un mes, el pasado 19 de febrero en San
Mamés frente al Athletic Club, encuentro en el que fue sustituido durante el segundo tiempo.
Tras la salida de Santi Bueno al Wolves, Arnau se postulaba como la venta más cara de la historia del club. Era el activo más importante de la historia de la entidad ‘gironina’ y los 19 años que tenía por aquel entonces le hacían estar en la agenda de varios equipos europeos. El que más insistió fue el Atlético de Madrid, equipo que pujó por el defensor con una cantidad cercana a los 20 millones de euros que figura su cláusula de rescisión.
Hubiesen supuesto cifras récords para las arcas de Montilivi. Los 12 millones que pagó el Manchester City por Pedro Porro estaban apunto de hacerse añicos con una operación estratosférica al lado de las que había logrado el club hasta entonces. Algo, sin embargo, se torció y acabó con las negociaciones rotas entre colchoneros y ‘blanc-i-vermells’. El traspaso estaba cerrado al 95%, a falta de flecos.
Si grandes equipos se interesaban por Arnau hacía suponer que su continuidad en la provincia catalana vendría de la mano de la titularidad y el protagonismo del jugador, siempre y cuando le respetaran las lesiones. Además, fue un fijo para Luis de la Fuente y Santi Denia en las convocatorias de la Selección Sub-21, a excepción de este último parón de marzo, única lista en la que no apareció el lateral.
Míchel siempre ha mostrado confianza en el jugador, a pesar de no estar presente en buena parte de las titularidades. El técnico insiste en que no hay ningún problema personal y en que la competencia hace difíciles las tareas de elección a la hora de formar las alineaciones. Ve al joven al 100% y en plenas condiciones de pisar el césped. Arnau ha pasado de jugar 3.000 minutos por temporada a menos de 1.000 en cuestión de meses. A sus 20 años, tiene contrato hasta 2025 y otros grandes clubes no lo pierden de vista ●