Van der Poel honra el arcoíris con una exhibición en Flandes
→ El neerlandés lanzó un ataque demoledor en el Koppenberg para sumar su tercer triunfo en la prueba
→ Como Louison Bobet en 1955, Rik van Looy en 1962 o Eddy Merckx en 1975. Como Tom Boonen en 2006 y Peter Sagan en 2016. Mathieu van der Poel se unió a la lista de campeones del mundo que ganaron en su año de reinado el Tour de Flandes. Lo hizo, además, con exhibición total y absoluta en una carrera que le va como anillo al dedo.
Fue en un día de protagonismo español, con Iván García Cortina y Oier Lazkano valientes, pero quienes pagaron en la parte final la falta de fuerzas para quedar lejos de la cabeza. Esta, a 1:02 del ganador del Alpecin-deceuninck, la completaron el italiano Luca Mozzato (Arkéa-b&b Hotels) y el alemán Nils Politt (UAE Emirates) en una jornada en la que la historia se escribió por delante.
Lo hizo de manos de Van der Poel, triple ganador de la prueba como Achiel Buysse, Fiorenzo Magni, Eric Leman, Johan Museew, Tom Boonen y Fabian Cancellara. En su caso, a los 29 años, con muchos de carrera por delante si no sucede nada y con un palmarés que asusta: campeón de esta prueba en 2020 y en
Mathieu van der Poel “Ha sido una de las carreras más duras de mi vida. La lluvia hizo que las subidas de adoquines fueran muy difíciles”
”Ganar en Flandes como campeón del mundo es muy especial”
2022, acumula cinco podios consecutivos en ella y ya suma cinco ‘monumentos’ (Milán-san Remo y París-roubaix 2023). Iguala como líder en activo con esos cinco triunfos a Tadej Pogacar.
Pero la victoria de ayer fue diferente para Van der Poel. Llegó tras un día lluvioso y un desgaste multiplicado en los 270,8 kilómetros que unían Amberes con Oudenaarde. Tras una primera parte de carrera llana, con una escapada de nueve hombres controlada a la perfección por Alpecin e Ineos Grenadiers, la verdadera carrera empezó en los 135 kilómetros finales, con las diecisiete cotas que marcaban la prueba.
Fue en los tramos de adoquín, a cien kilómetros del final, cuando la lluvia dio paso a la tormenta. Era el momento del ‘jefe’ Van der Poel, que lanzaba su primer ataque para hacer la primera selección real, en una sucesión de movimientos que fue minando el tiempo de los fugados. La aventura de estos llegó a su fin antes de los muros decisivos de los últimos cincuenta kilómetros.
De García Cortina a Van der Poel
Se dejó ver Oier Lazkano en ellos, pero fue Iván García Cortina quien se coló en el grupo de los mejores. Tanto que a 47 kilómetros del final, en el Koppenberg, lanzó su ataque. Sin embargo, con la carretera complicada, se vio obligado a bajarse de la bici para controlarla.
No lo hizo en su persecución Van der Poel, quien neutralizó la distancia, llegó a su rueda y soltó a Mads Pedersen y a Matteo Jorgenson para iniciar una contrarreloj en solitario hacia la meta. Desatado, con casi dos minutos de renta y sin titubear en el Paterberg, no dio opciones a sus perseguidores, entre los que García Cortina (26º) sufría ante la dureza de la jornada.
Más dulce era para Van der Poel, quien tras 6:05:23 alzaba eufórico su bici en la meta. Ya es uno de los reyes históricos de una prueba mítica del ciclismo. Además, con una victoria a lo grande: tras una exhibición para honrar su maillot arcoíris en todo un Tour de Flandes ●