¿Pero quién no tiene 320.000 euros en billetes en su casa?

Presunción de inocencia, ante todo, para todo el mundo. También para Luis Rubiales, interceptado en un avión en su regreso a España, condenado a pena de Telediario y dejado en libertad horas después. A estas horas, más de una plataforma de televisión debe de tener ya sobre la mesa el guion de una serie documental con mucho malo de serie B en el elenco de protagonistas. Será, eso sí, una serie de alto presupuesto. Porqu saldrán escenas rodadas en Arabia Saudita, en Qatar o en la República Dominicana y se tendrán que simular llamadas y mensajes de móvil de Rubi con sus interlocutores. Pero será un éxito, porqué todo lo que huele a corrupción y a fútbol es muy atractivo. La marca España es lo que tiene. Ver que la UCO de la Guardia Civil, Unidad Central Operativa, encuentra 320.000 euros en metálico en las cajas fuertes de Nené,un futbolista sin palmarés alguno pero con una cadena hotelera, siempre crea curiosidad, cuando no envidia, a los televidentes.

La instrucción del caso da para mucho, los números en una investigación policial, y más en este país, pueden hacerte parecer Al Capone según como se presenten. Siempre sesgadamente, siempre interesadamente, a menudo en contra del presunto delincuente. Luego será la justicia quien tenga que ir separando el grano de la paja, las medias verdades de las mentiras, lo ético de la chorizada, y determinar las culpas en cada caso. Puestas ahora las cartas sobre la mesa, el juicio mediático, a menudo simplista, populista y ramplón, ya parece saber que Rubiales sí desvió esos 3,8 millones del caso Brody a una empresa amiga, la de Nené. A veces también la prensa da en el clavo ●