Agirrezabala, el héroe

El Athletic conquistó la Copa, 40 años después. Debió ser en una tanda de penaltis, prácticamente en dos días, en un encuentro que empezó en sábado y acabó en domingo, con un héroe en la portería y en el banquillo. El Mallorca fue un excelente finalista y perdió la tercera de las cuatro finales de Copa que ha disputado. La afición mallorquinista puede estar contenta del rendimiento de sus jugadores. La del Athletic, mayoritaria en La Cartuja, estalló de júbilo.

LA FINAL FUE UN DUELO TÁCTICO

entre dos buenos técnicos, poco juego y con un jugador que creó constante peligro como Nico Williams, por la izquierda. Se adelantó el Mallorca con un gran gol de Dani Rodríguez, pero tras el descanso una asistencia de Nico permitió a Sancet empatar tras una salida en tromba del Athletic. Con ese marcador se llegó a la prórroga y a los penaltis con dos equipos que lo dieron todo, incertidumbre, pasión y poco fútbol. La final se decidía por pena máxima.

AGIRREZABALA, EL META SUPLENTE

del Athletic que jugó toda la Copa, fue el héroe de la final en la tanda de penaltis y en el partido. El meta vasco detuvo un lanzamiento a Morlanes que resultó decisivo. La apuesta de Valverde, que había generado polémica al dejar en el banquillo a Unai Simón, fue perfecta. El técnico vasco acertó y el Athletic se llevó la Copa más deseada. Aguirre, el entrenador del Mallorca, experto y empático, peleó el partido del primero al último segundo. La tanda de penaltis siempre es una pequeña lotería. Agirrezabala fue el héroe de un Athletic que logró devolver a su gran afición un éxito impresionante. El modelo del club vizcaíno es un ejemplo en el mundo y esta Copa un regalo a su gente ●