El fin de semana que Sevilla fue Bilbao
→ La afición ‘athleticzale’ tomó e hizo suya la capital andaluza desde el viernes hasta ayer
→ El Athletic y sus aficionados no olvidarán fácilmente lo sucedido el pasado sábado en el sevillano estadio de La Cartuja. El Mallorca, su rival que bien mereció también levantar el título, tampoco. Y la propia capital andaluza, inundada de rojiblanco y un poco menos de bermellón de viernes a domingo, menos todavía. Ha sido ‘la final de la ilusión’, un partido de fútbol que en realidad fue mucho más que eso, con el Athletic finiquitando una mala racha de 40 años sin imponerse en un torneo que vive con mayor intensidad que cualquier otro club, y con el Mallorca sospechando que puede tardar mucho tiempo en volver a estar tan cerca de conquistarlo.
Desde el viernes y hasta ayer, se respiró en Sevilla el aroma de la final. Las calles de la capital andaluza, desde La Catedral hasta el Centro Comercial Torre Sevilla, donde quedó ubicada la ‘fanzone’ del Athletic, pasando por Triana o La Giralda, se disfrazaron de Bilbao. De forma completamente espontáneo la hinchada bilbaína fue congregándose por diferentes puntos de la ciudad. Muchos de los presentes, a todo esto, sin entrada. El Guadalquivir por momentos pareció la ría por la que la gabarra navegará pasado mañana. Y fueron muchos los que durante el sábado prometieron que se bañarían en el citado Guadalquivir si veían a los suyos imponerse, pero entre pocos y ninguno (y menos mal) los que cumplieron esa promesa.
En lo que respecta al mallorquinismo, costó encontrar aficionados bermellones fuera de la ‘fanzone’ habilitada en el Parque del Alamillo. El conjunto balear aterrizó en Sevilla para disputar un partido supuestamente en territorio neutral pero en realidad lo hizo siendo más visitante que en cualquier otro desplazamiento que haya podido realizar durante la Liga.
En general, salvo un incidente aislado en la tarde del sábado entre aquellos que se empeñan en dar la nota independientemente de los colores que defienden, el fin de semana fue maravilloso en Sevilla. Reinó la concordia y el buen rollo entre aficiones pese a la diferencia en cuanto al número. Incluso ayer, cuando los integrantes de una y otra coincidieron en un aeropuerto más futbolero que nunca, hubo gestos de complicidad y deportividad. Como tiene que ser.
Madrugada para el recuerdo
En cuanto a las horas inmediatamente posteriores a la consecución de la Copa, la fiesta de los jugadores con sus familiares, sobre el propio césped de La Cartuja, se extendió más allá de las 2.00 de la madrugada. Mientras tanto, las calles de Sevilla volvieron a teñirse de rojiblanco tal y como había sucedido durante todo el día, pero esta vez caminando los ‘athleticzale’ satisfechos por la consecución del título. Será difícil para todos ellos olvidar el fin de semana que Bilbao, en cierto modo, se desplazó 900 kilómetros al sur ●
Familias enteras cruzaron España para vivir ‘in situ’ la consecución del título