HÉROE LUNIN nd
→ El ucraniano fue sin duda el ‘culpable’ de que el Real lograra el pase a semifinales tras el asedio del City → Después de años a la sombra, por fin tuvo su gran noche en un momento personal delicado
→ A menudo se suele decir que lo que el fútbol te quita en un principio luego te lo acaba dando. Y en el caso de Lunin, suplente errante que ha ido encadenando cesiones y estancias sin protagonismo en el Real Madrid desde 2018, no cabe duda de que así ha sido.
Su actuación en Manchester, capital para que el Real Madrid obtuviera el pase a las semifinales de la Champions, fue de lo más reconocido en el equipo blanco y no es para menos. Hasta ocho paradas de nivel y otros tantos despejes fue los que firmó el ucraniano en el Etihad hasta que, ya en el final, sacó lo mejor del repertorio con dos paradas en los penaltis de Bernardo Silva y Mateo Kovacic.
Y es que precisamente en el asunto de los once metros es donde el ucraniano tiene unos números de escándalo. Pese a no jugar demasiado ni en el Real Madrid ni en los clubes a los que ha sido cedido en este tiempo (Real Valladolid, Real Oviedo y Leganés), el destino ha querido que en toda su carrera le lancen 32 de los cuales 12 ha conseguido parar, siendo ocho de ellos en pleno partido y cuatro en decisivas tandas de penaltis como la de ayer que suponía la vida o la muerte en la Champions.
Kepa y Davide, también claves
A todo esto, en el asunto de los penaltis no cabe duda de que Lunin es merecedor de todos los elogios pero también Kepa, el portero suplente, y Davide Ancelotti. El primero por desvelar alguna de las costumbres de los jugadores ‘citizens’ a los que se había enfrentado durante su etapa en el Chelsea. De hecho, la decisión de chutar al centro de Bernardo Silva que adivinó Lunin era algo que el meta vasco ya había sufrido cuando jugaba en la Premier y esta vez de nuevo volvió a ocurrir con resultado diferente para el portugués. Y al segundo porque, junto a su padre, decidió quiénes serían los lanzadores minutos antes de la tanda.
Con eso y con todo, el Real Madrid se agarró a esa pizca de suerte que parece que le persigue allá por donde va y, finalmente, estará en las semifinales.
Un valor añadido
Del mismo modo, Lunin adquiere con estos partidos además de una experiencia que hasta la fecha no tenía, una mejora en su valor de mercado que, sin ir más lejos, se ha duplicado en menos de un año.
De valer 8 millones de euros en el mes de diciembre, a valer 16 millones en el último registro del mes de marzo. Nada mal para un portero que termina contrato en 2025 y que ha tenido que aguantar carros y carretas, decisiones en su contra y muchas tardes a la sombra hasta que la triste lesión de un compañero insustituible como lo era Courtois le abrió las puertas y tuvo que aferrarse a la titularidad en un momento también complicado en lo personal con la guerra en Ucrania ●