Nada cambió tras los goles a Betis y Valencia
→ El Barça no vio subir al marcador los tantos en la Liga 2016-17 y la 2017-18
→ El bochorno vivido en un Clásico que da la vuelta al mundo al menos dos veces por temporada sin que la gigantesca producción televisiva con hasta 36 cámaras de todo tipo – “siempre sale el 36”, decía Josep Lluís Núñez– fuera capaz de ofrecer la imagen desde el otro ángulo de la portería evoca a otros dos goles birlados al Barça en la historia reciente. El de Lamine Yamal en el Bernabéu fue hurtado por el riojano César Soto Grado y el murciano José María Sánchez Martínez desde el VAR, el mismo que en 2020 sí instó a Martínez Munuera a pitar en el Camp Nou (1-3) un penalti de Clément Lenglet a Sergio Ramos, que cayó de forma antinatural tras un agarrón del francés cuando éste había sido sujetado tres veces antes por el defensa blanco. Sin embargo, hay más árbitros que precedieron al dúo del último Clásico, aún sin el VAR, que no entró en vigor en Laliga hasta la temporada 2018-19. Fue ante el Betis en la 2016-17 y el Valencia en la 201718. Por cierto, José María Enríquez Negreira aún era vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros cuando el Barça fue perjudicado.
El mayor escándalo se remonta a la 2016-17. El 29 de enero de 2017, en la 20ª jornada, el Madrid durmió con cuatro puntos de ventaja sobre el Barça después de que los de Luis Enrique fueran privados de una victoria más que justa. En el 77’, antes de que Luis Suárez metiera el 1-1 final en el 90’, el canario Alejandro Hernández Hernández, casualmente protagonista en enero pasado con su ‘hat-trick’ de decisiones favorables al Madrid ante el Almería (3-2), fue incapaz de ver cómo el balón chutado por Jordi Alba había entrada sobradamente en la portería verdiblanca. Mandi lo sacó cuando había botado incluso dentro. Tampoco el juez de línea fue capaz de dar por válido un gol clarísimo. Aquella mañana, para más inri, el ojo de halcón decidió el último punto de la final del Open de Australia ganada por Roger Federer ante Rafa Nadal.
El Barcelona de Luis Enrique acabó perdiendo aquella Liga por tres puntos. Dos de ellos volaron en el Benito Villamarín. El Madrid fue campeón el último día en su visita al Málaga (0-2) con comportamientos extraños de jugadores locales en los dos goles merengues.
No había pasado ni un año del escándalo de Heliópolis. El 26 de noviembre de 2017, el Barcelona de Ernesto Valverde visitó Mestalla y el gallego Ignacio Iglesias Villanueva y su juez de línea también impidieron el triunfo (1-1). El Barça no pudo aumentar a seis puntos su ventaja sobre los ‘chés’, segundos entonces con el Madrid ocho por debajo de los culés. Y todo porque en el minuto 30, con 0-0 en el marcador, no se dio por válido un tanto de Leo Messi. Neto sacó el balón de dentro de la portería tras botar más allá de la cal. Se repetía la historia. En el segundo tiempo, Rodrigo marcó el 1-0 en el 60’ y Alba empató en el 82’. “Yo vi que era gol desde el centro del campo”, dijo Jordi Alba. El Barça acabó conquistando el título con 14 puntos más que el Atlético y 17 que el Real Madrid ●