Gavi, Lamine, Cubarsí y Fermín
El Barça afronta semanas intensas en que se deben poner las bases de la próxima temporada. Una campaña más que exigente porque será la del regreso al Spotify Camp Nou y si el equipo no empieza bien retornará a casa con la afición y el entorno agriados, y más tras un año en blanco. Y eso sería mal asunto. Desde el club, fuentes con crédito apuntan a MD que se confía en regresar a la regla del 1:1 del ‘fair play’ salarial. Eso daría la opción de volver a fichar en grande y más si se acepta la oferta de Nike avanzada por este diario y cae alguno de los negocios que se van cociendo a fuego lento. Pero lo realmente vital es acertar con las altas y las bajas. Primero, con el banquillo. Si Xavi desea seguir hay que aceptarlo porque eso le pidieron el presidente y el vicepresidente deportivo. Eso sí, sin exigencias porque nadie en el club está para exigir. Se trata de pactar y, si se decide ir con Xavi, blindarle. Y si no es él, blindar a su sustituto. Basta de ruido interno. En cuanto a la plantilla, hay que traer calidad, físico, liderazgo y desequilibrio, teniendo en cuenta que habrá un fichaje interno de lujo: un Gavi al que se echa mucho de menos. Lo de Araujo hay que pensarlo bien porque perder a tu mejor marcador el año de Mbappé puede parecer raro. Pero, como siempre, lo importante es saber qué haces con la pasta. Con Félix y Cancelo también hay que hilar fino porque, cuando juegan, dan y quitan. Hay que ponerlo en la balanza y decidir. Y tener clarísimo un axioma. El nuevo Barça debe ser el de los Lamine, Cubarsí, Gavi y Fermín. Esos no fallan, tienen calidad y siempre dan la cara. Del resto, no hay intocables ●