El piloto alemán que aterrizó donde no debía
Un novísimo caza alemán de combate surcaba los cielos europeos en plena Segunda Guerra Mundial: el Focke-Wulf Fw 190A-3. Los británicos lo temían, ya que era diferente al Bf109 al que normalmente se enfrentaban. Tales dolores de cabeza les estaba dando a los aliados, que planearon una misión secreta para enviar un comando que se apoderase de un FW-190 intacto en el norte de Francia. Pero, por una jugada del destino, no tuvieron que mover un dedo para conseguir el sofisticado aparato. Uno de los pilotos de la Lu waffe, el teniente Armin Faber, tras un combate aéreo puso rumbo al norte en vez de al sur y, de este modo, confundió el Canal de Bristol con el Canal de la Mancha. Un grave error que supuso que los británicos pudieran capturar su avión intacto.
Cuando Faber aterrizó en el aeródromo de Pembrey, los oficiales británicos salieron corriendo de la torre de control a recibirlo. Sin embargo, el piloto alemán no se dio cuenta de su error y empezó a hablarles en francés. Tardaría dos horas en comprender lo que estaba sucediendo.