¿PUDO SALVARSE A JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA?
El fusilamiento del joven líder de Falange en Alicante, el 20 de noviembre de 1936, tras ser declarado culpable de conspiración y rebelión, privó al bando derechista del que era su máximo referente ideológico. Tras una eventual victoria, hubiera sin duda aspirado al liderazgo político. Están documentados varios intentos de liberarlo durante su apresamiento, con la colaboración encubierta alemana. Pero ninguno funcionó.
Todo ello ha llevado a cuestionar si, para Franco, su muerte fue “conveniente”. Esta especulación se debatió mucho en la segunda mitad de los años 90. En 1995, Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco, ministro de sus primeros gobiernos y presidente de Falange, concedía una entrevista al diario ABC y, ante la pregunta de la periodista Isabel San Sebastián sobre si Franco pudo haber evitado la muerte de José Antonio, contestaba: “No lo sé (...). Creo que la salvación era difícil, pero siempre me he negado a pensar que fuera imposible (...). Fue una gran desgracia que Franco y José Antonio fueran tan diferentes entre sí”. Dos años después, el historiador Stanley G. Payne insistía en este aspecto en su libro Franco y José Antonio: el extraño caso del fascismo español. Al presentarlo, declararía al diario El País: “Franco era muy pragmático y, por tanto, no quería enfadar a los falangistas. De este modo, puso algunos medios a disposición de la Falange para intentar operaciones de rescate de José Antonio de la cárcel de Alicante, en las primeras semanas de la guerra. Pero luego retiró su respaldo a una misión que tenía muchos inconvenientes”.