AVISTAMIENTOS DEL PECIO FANTASMA
Dentro de la obligación que tiene la Armada de proteger el patrimonio subacuático, se incluye la misión de dar con sus unidades perdidas y velar por su mantenimiento y posible rescate. Para ello, hoy día cuenta con medios tan sofisticados como las sondas multihaz –que permiten realizar modelos digitales del fondo marino de gran precisión– o los sonares de barrido lateral (el KLEIN 3900, uno de los mejores, permitió localizar un pecio romano en Cartagena en 2008). Ninguno de estos sistemas ha servido hasta la fecha para hallar el B-5.
Eso sí, varios buceadores aficionados afirman haber avistado un submarino hundido en aguas de Estepona que se encuentra en perfectas condiciones, lo que corroboraría la tesis del sabotaje de Barreda. Otros, por el contrario, sitúan los restos en el fondo de Punta de Calaburras, pequeño cabo de la costa de Mijas (Málaga), y hablan de un sumergible medio destruido y con trazas de impactos de proyectiles (¿las bombas del D-4?).