EL TESORO DEL VITA
En un desesperado intento de seguir financiando la causa republicana, el gobierno de Largo Caballero puso en marcha la Caja General de Reparaciones, que tenía como fin incautar los bienes de los partidarios del bando sublevado en favor de las maltrechas finanzas de la República. En marzo de 1939, una de las últimas medidas de Negrín fue intentar poner a buen recaudo el contenido de dicha Caja cargándolo en un barco, el Vita, que partió desde el puerto francés de El Havre con destino a la ciudad mexicana de Veracruz. El barco llegó a puerto a finales de ese mes, pero el plan de Negrín se torció cuando su delegado en el país azteca, José Puche Álvarez, no se presentó para retirar la carga. Se esperaron durante unos días instrucciones de Negrín que nunca llegaron. Finalmente, Indalecio Prieto, que sería el gran rival de Negrín en el exilio y que estaba al corriente de la operación, intervino para instar a Lázaro Cárdenas, presidente de México, a hacerse cargo del contenido del buque, evitando así que cayera en manos de Negrín y ayudara a fortalecer su posición. Fue una nueva mancha en la ya maltrecha reputación del ex presidente republicano.