Diez barbas históricas con nombre propio
De los orígenes de Cataluña a la Revolución cubana, una relación de hombres – y hasta una mujer– famosos ( entre otras cosas) por su vello facial, que a algunos les valió singulares apodos. Porque ser barbudo ya era tendencia muchos siglos antes de la irr
Wifredo el Velloso (865-897)
Según unos, su apodo se debió a su abundante vellosidad; según otros, a sus pobladas barbas (abajo, en Origen del escudo del condado de Barcelona, del pintor romántico Claudi Lorenzale) o incluso a ser descendiente de Bellón I de Carcasona, si bien la historicidad de este personaje es dudosa. No así la de Wifredo, aunque hay dos Guifré el Pilós: el de las fuentes, un noble hispanogodo que, en tiempos de Carlos II de Francia –llamado el Calvo: otro sobrenombre capilar–, independizó del poder franco los condados de Barcelona, Gerona y Besalú; y el mítico, creador de la patria catalana, que surgió en la Renaixença – movimiento catalanista del siglo XIX– inspirado en la Gesta Comitum Barchinonensium, crónica legendaria del siglo XII. En cualquier caso, fue un gobernante de importancia y murió defendiendo Barcelona de un ataque musulmán.