LOS HUMILDES SOCIOS DE IBEROAMÉRICA
Aparte de los grandes países conocidos, hubo otros más pequeños que también se involucraron en el bando aliado. Eran de América central y del sur y buscaban ganarse el apoyo de EE UU y favorecer sus exportaciones. Todos se unieron tras el ataque a Pearl Harbor: Panamá y Costa Rica de forma casi inmediata, y Cuba, días después, arguyendo que varios de sus buques habían sido hundidos por submarinos alemanes. En 1942 se sumaron Brasil y México. El primero aportó 30.000 hombres, que combatieron casi en su totalidad en el frente italiano y sufrieron unas 1.500 bajas mortales. El segundo envió un grupo de pilotos de aviación, que se encuadraron en el ejército estadounidense. Colombia se afilió en 1943, aunque solo contra Alemania. Por último, en 1945, poco antes de finalizar la contienda, se sumaron Argentina, Uruguay, Chile y Venezuela, aunque desde hacía años ya venían colaborando económicamente con los aliados.