LA CONSPIRACIÓN DEL HARÉN
La conspiración más famosa en un harén tuvo lugar en el reinado de Ramsés III ( 11861155 a. C.). Tenía como objetivo matar al faraón, y sus protagonistas fueron varios funcionarios y sirvientes, un general, un sacerdote y algunas mujeres, entre ellas Tiyi, segunda esposa de Ramsés y principal instigadora, que pretendía sentar a su hijo Pentaweret en el trono. No está del todo claro si el complot tuvo éxito o no, y durante mucho tiempo el final de Ramsés III fue motivo de debate.
Pero, en 2012, una investigación publicada en el British Medical Journal concluyó que al faraón le cortaron el cuello causándole la muerte. Los investigadores, encabezados por el doctor Albert Zink, realizaron análisis antropológicos y forenses a las momias de Ramsés III ( en la foto) y de un hombre desconocido. El ADN reveló que ambas compartían el mismo linaje parental, sugiriendo que podrían haber sido padre e hijo.
Las tomografías computarizadas del rey revelaron una herida profunda en el cuello que podría haberle llevado a la muerte. Además, hallaron en el interior de la herida un amuleto con el ojo de Horus, seguramente introducido por los embalsamadores durante la momificación, que no se hizo de la forma habitual, pues se usó un un elemento “impuro”: piel de cabra, algo que no correspondía a un rey y que podría interpretarse como prueba de que recibió un castigo.
En cualquier caso, la conjura fue descubierta y todos los conspiradores serían ejecutados; algunos de ellos, obligados a suicidarse.