Robo de la Mona Lisa
21 de agosto de 1911
Fue uno de los hurtos más insólitos de la historia y el motivo real de la fama de esta obra maestra, hasta entonces solo degustada por connoisseurs, pues el escándalo fue seguido por la prensa durante dos años, hasta la recuperación de la pintura. Los hechos: Vincenzo Peruggia, que trabajaba como carpintero en el Louvre, entró una mañana en que el museo no abría al público, descolgó el cuadro de Da Vinci y se lo llevó sin más debajo del brazo, oculto por una tela (a la izquierda, reconstrucción del robo). Nunca se supo quién estuvo detrás de la operación, aunque se llegó a acusar a Picasso y a detener a Apollinaire. Se recobró en 1913, tras intentar Peruggia venderlo a un anticuario.